José Viñals, de Entrevista con el pájaro y más...




Quiere que invente...


Quiere que invente
como una escoba una palabra
para barrer los nichos del lenguaje
y un niño dentro de la escoba
dentro del niño un río
y en el río una ojera para los buzos
y en el buzo un martillo
y en el martillo un ojo
de escarabajo muerto por asfixia
y dentro un girasol desobediente
y dentro un pueblo de arlequines de pies de hojas de libro
dentro el balido de las cabras y un caramillo errante envuelto en
----- lienzo hospitalario
dentro una espuma que agoniza de boca de cereal pastor de lunas
-----descarriadas
y dentro de la espuma un mapa cómplice
de prados anchos como mejillas y ciudades innobles rodeadas de
------ mendigos
y en el mapa alfileres con cabezas fragantes como delitos de inocencia
como frutas promiscuas en la bodega de las barcas de
------- carga
dentro del alfiler el buen veneno de la aurora
y dentro del veneno el tropel de caballos leonados por el fulgor del
------miedo de morirse.


Quiere que invente una manera de cantar de rodillas
y estar de pie en el episcopado de la tarde
a la hora en que sale a pastorear la estrella nueva
y el alma se recluye en la boca de cieno vagabundo de la oruga
------terrestre.

Quiere que extinga los viñedos
del nombre que decae de padre a padre,
cada vez más otoño y podredumbre, descascarado en la garganta
sin ebriedad del árbol de jilgueros sordomudos
cuya semilla ultramarina duerme en la piel de toro
sacrificada sin orgullo tres siglos antes del bramido de su muerte
---- terrible,
sobre el estiércol blanco de la harina de los oficios patriarcales.

Quiere que escupa mi josé apolillado,
las amistades del bautismo
donde un agua sin pez sin tempestades
se derribaba entre mantillas.

Quiere que me encaballe en la blasfemia
que me lance a galope sobre el asfalto de los rostros
que me encabrite sobre el trono del rey mediocre del granero de
-----pueblos con estirpes viscerales
que enlode los jardines y el infame jazmín de la que ama
la soledad de su esqueleto de virgen intocable
que me meta en cenizas y patalee en charcos de fragancias
civilizadas e incorruptas.


Quiere que siembre espantapájaros
en la almáciga de víctimas oscuras,
que me encapulle en la indecencia
y me vuelva feroz contra mis dientes,
la presa alada que persiguen,
y su rencor contra la huida del poema,
luminosa y abyecta.



(de Entrevista con el pájaro, 1968)






José Viñals nació en Corralito, Córdoba, Argentina, en 1930. De padres españoles, posee la doble nacionalidad hispano-argentina. Reside en España desde 1979. Vive en Torredonjimeno, Jaén.

Ha recibido los premios Nacional de Poesía de Villafranca del Bierzo (León, 2000) e Internacional de Poesía Jaime Gil de Biedma (Segovia, 2000).

Ha publicado las siguientes obras de poesía:

Entrevista con el Pájaro (Losada, Buenos Aires, 1968); Cortada para Dios (Losada, Buenos Aires, 1970); Poesías reunidas (Tres tomos. Contiene en versión íntegra, los poemarios Entrevista con el Pájaro, Coartada para Dios, Jaula para Juan, 72 Lecciones de ignorancia, Telón de boca, Doble concierto de laúd y fémur, Alcoholes y otras substancias; (Ayuntamiento de Jaén, 1986); Animales, amores, parajes y blasfemias (7 i mig, Valencia, 1998); El cielo (Ediciones imperdonables, Málaga, 1999); Milagro a milagro (Hiperión, Madrid 2000); Fondo de ojo (Calle del Agua, León, 2000); Transmutaciones (Visor, Madrid, 2000); Animales, amores, parajes y blasfemias seguido de El cielo (Germanía, Valencia, 2000).




Una reseña de José Viñals realizada por Antonio Méndez Rubio para el monográfico de Lunas Rojas dedicado al poeta.



Todos los pájaros caídos



Antonio Méndez Rubio



Una pregunta pendiente, para José Viñals, que podría ser la primera y también ser la última, pero que en todo caso habría que hacer, sería: ¿Eran canciones, eran canciones lo que rezabas en esa sombra? Por nuestra parte, hay también que decirlo cuanto antes, no sabíamos nada de nada —salvo, quizás, que estábamos cautivos en la rabia por los otros, oprimidos por las miserias de una belleza infranqueable. Pero en esa ignorancia ya estábamos contigo, como ahora. Por eso si seguimos es haciendo preguntas: nos ayudan a reunirnos contigo. Nos puede una sensación de vergüenza.


¿Cómo empezó la costumbre de velar? No es seguro, pero la vimos en tus harapos: la salud de las grietas, el centro más vacío de todos, los letreros de entrada y salida a cada lado de las puertas, nada menos que un cuerpo con hambre entre víveres y con sed en el agua… y aunque hoy fuera tarde volveríamos contigo adonde tú prefieras, no tras de ti, contigo. A fin de cuentas, tú eres quien se aprendió de memoria el desenlace de los asesinos hasta besar los labios que no existen, y llevas ya sin fiebre, en los pliegues del cuello, la señal del amor por todo lo que perdimos.



Pero eso sí, y aunque sea en la garganta, la herencia que nos dejas por escrito, ¿quién la quiere? ¿la hemos oído en verdad casi cumplirse? Apenas si hay registro del gozo de esa noche. Se la podría pensar bajo la forma de una apertura a la vez en el suelo y en el cielo, no lejos del modo insomne con que soñaron Carroll, Lautréamont o Kafka… "Un agujero, eso." Alguien escucharía entonces a José Viñals en el paso de una estación a otra, de una ciudad a otra, ¿verdad? Y ahí colocaríamos sin quererlo el túnel del tiempo que está suspendido de un hilo que arde. Por otra parte, no habría otro sitio libre para poder ponerlo.


Con todo, en esa nocturnidad extendida y común, ¿verdad que es la escritura una forma de insolación? ¿Estás de acuerdo? Ojos afuera, pues, tenías razón: "Nada es visible, ni los exactos límites carnales, ni el sol blanco de invierno, ni la flor del almendro y su melancolía amortiguada". Y hay además una forma de razón en que esa ceguera sea para ti una versión de la dicha, como quedaba claro en el final de las "Indicaciones": "Después reír, si queda vida". Levantar una choza con los desechos de todas las destrucciones. O una casa de tablas, como elige decir Gonzalo Rojas.


En todo caso, dalo por hecho: se nos sorprendería descalzos, en un alba entregada, a medio camino entre la oscuridad y la conciencia. En la conciencia de la oscuridad, podría también decirse, ¿no es así? Porque la oscuridad tiene conciencia, guarda memoria, pero parece claro a estas alturas que no todos han visto clara la necesidad de asumir ese reto con la certeza del aire que falta. Y menos aún lo ven ni quieren verlo los habitantes de las almenas, los Guardianes Más Propios de la Izquierda —aquellos que cumplen cerca de casi un siglo reproduciendo una noción de compromiso exclusivamente realista, voluntarista, inercial, por no decir autoritaria… Aún tienen corazón de comisario. Se enamoraron de las convenciones, del brillo de esos espejos, y aún se dedican a sepultar con su arrogancia el abandono de Vallejo, la soledad de Holan, la convicción de Larrea: que un poema entra en escena cuando un espejo se rompe. Aún se dedican a echar balones fuera.


Esa ignorancia sí que es atrevida. Tener suerte en la luz es otra cosa. Es la condena a la vulnerabilidad, como así lo atestigua el tapiz de la Madre Póstuma y el Hijo Oscuro. El joven S. Kosovel, que un día los vio caminar solos por la ciudad dormida sobre el frío, lo apuntó en su cuaderno: "he sido expulsado de entre la gente, de las casas, pero sin embargo beso mi cruz".


Desde José Viñals, en fin, la fragilidad es lo que nos convoca a campo abierto, a través de lo que Ashbery llamara la vanguardia invisible: ¿No es cierto, en esos poemas sin culpa, que más que una voz los pronuncia un aliento? ¿No es demasiado poco, para sostener una voz, ese apostar por los desplazamientos mínimos, por el elogio de las miniaturas, por el temblar de la carne aterida, consciente sin límite del efecto-mariposa? Sin voz, de hecho, todos los Obreros de la Canción Alegre, turbios, bajan esta vez de las montañas del mundo para juntarse en torno al apagarse de las luces. Su forja alumbra más allá del hierro. Madrugan. "¿Hay, acaso, maneras más sutiles de morir sin ser visto?" ¿No es irreal la mano que no tiembla? ¿No se confirma entonces el desafío poético y político que sigue oculto en su desaparición?


Es demasiado preguntar, es cierto. Sólo una cosa aún se esperaría: que se nos sorprendiera desbrozando el camino del bosque, preparándolo para un invierno nuevo. Ni con palabras nos bastaría para olvidarnos de eso. Ni mucho menos con la voz. Con aliento en cambio nos compraría cualquier capataz loco, cualquier mercenario venido a menos: es lo que se te adeuda, el final que todavía te debemos. Aliento, de una parte, como en el alentar, la confianza que mueve despacio, que ayudará a respirar, a pasar juntos la jornada de trabajo para llegar con fuerzas a las horas del baile. De otra parte, sin duda, el aliento, revuelto como un soplo, un capricho tan súbito del aire, tan imprevisto y tan sin duración que de él sólo se acuerdan, libres, los pájaros caídos.


Hay ramas de durazno en la neblina. Aunque resulta extraño, sólo el poeta es invisible como poeta.

Palabras- Poema de Laura Giordani



Hace tiempo perdieron su halo
pero seguimos enhebrándolas
con fervor como talismanes,
como si alguna hubiera salvado
un solo árbol de la quema
o fuera posible repoblar una ciudad
con fotos sustraídas de lápidas.

Habitan las bocas y los anaqueles,
los balbuceos y testamentos,
encienden los dinteles que los pies trasponen,
encantan con su zumbido
de enjambre enloquecido el horizonte
y nos entretienen con sus atavíos
hasta contarnos sin metáforas
nuestra muerte.
.
.
Laura Giordani, de Cartografía de lo blando.

Grito y realidad- Presentación en Valencia- Viernes 23 de Mayo




Librería Primado (Valencia), 19:00h; viernes 23 de mayo.



Presentación del poemario Grito y realidad de Matías Escalera publicado recientemente por la Editorial Baile del sol.

http://www.bailedelsol.org/

Junto al autor intenvendrán Antonio Martínez i Ferrer y Arturo Borra.

Algunos versos de este poemario como anticipo:

aniquilar dentro de sí la fiera urdimbre de los sueños
aún nos queda/la mortal emoscada de la memoria/
patículas del vacío en el vacío.

"... en estos días el sol nunca está donde se le espera"

"..imprevisibles cadenas son nuestros actos"

"manantiales de nubes como incendios..."

"hubo un paraíso posible antes de la cordura"

Tres poemas de Germán Arens







Silencio


En el silencio
la urdimbre
del dolor.
La vida
en mis uñas.
La muerte
en mis manos...
y
una
plegaria
de gloria
en la mentira.







Espárragos


Los espárragos más tiernos
crecían a ambos lados
de un desague
que habitaban
desde los inicios
de la colonización
las ranas y los mosquitos.


Los buscábamos por debajo
de la sombra
de un sauce llorador
en los veranos del setenta.

Una vez encontramos
un paquete envuelto
en papel de diario...
estaba lleno de balas.



Lugar y tiempo


La memoria en la que guardo:
unos cuantos amigos en desuso,
tres perros negros,
un sauce y un olivo,
un pasado de casa
que no vuelve :
(mi madre y mis hermanos),
los cuentos de un tìo Bradburyano :
(su guitarra, su canoa, sus amores),
mi abuela
por las bocas chacareras :
(el mercurio, su batón y sus manìas),
un monte
que quizás nunca haya sido...
para otros ojos
lo que fue para los mios,
un remanso
de imprudencias consabidas
en la orilla
de aquel rio que hoy no río.
Ha sido mi niñez

Lugar y tiempo en el que fue asignado
el perdurable dolor de no crecer jamás.






Germán Arens


Nos cuenta Germán: "Nací en Bahía Blanca- Pcia. de Bs.As. el 8 de abril de 1967, entre esta ciudad y Río Colorado – Pcia. de Río Negro paso mi vida, salvo tres años de mi adolescencia en los que estuve pupilo en Darregueira - Pcia. de Bs. As. en un colegio dirigido por los Hermanos Maristas.



Además de escribir, hago fotografía y formo parte como cantor de un grupo de tangos reos y milongas llamado “La Puñalada” con el que grabé dos discos. Como solista grabé tres discos de milonga surera. He publicado mis poemas solo en antologías y en sitios web, y llevo adelante el blog:



http://www.elcosmosurero.blogspot.com/



En agosto voy a publicar "Pueblada" en Ediciones en danza.



Más información sobre el autor:


http://lainfanciadelprocedimiento.blogspot.com/2007/12/germn-arens.html

Dos poemas de Paloma Ángel






Coartada de luz

Miran lámparas.

El aceite es el albor menos sereno,
el más oleoso, el más callado.
Escarban la media mecha,
catan la oscuridad, no la buscan.
Hablan a la primitiva piedra que siguen usando,
no arden, son musgo de astilla.
Sumergen su fibra en la grasas
que reduzcan la escudilla, la ranura,
la empuñadura habitada lejos de la mano,
lejos de la llama homérica de los otros,
los otros tan otros de altos postes…

Alimentarán sin leña su desvelo,
la neolítica palma, honda y redonda
en la raya de su centrado céntrico,
sebo casi sin cúspide de remo abierto
y pobre esquimal aletargado.

Pugnan lámparas en su pies de plato
a tapizar sus bustos, a no fundirse.

Pelean la mecha flotante de su vidrio
y el aceite sobre el agua suspende la coartada.

Dicen que nadie las mira…



Paloma Ángel

Nos cuenta Paloma:

Nací en Madrid el 15 de octubre de 1960. A los cuatro años me vine a vivir a Valencia donde resido actualmente.

Con veintidós años me casé y me fui a vivir a Gerona. Allí estuve un año para trasladar después mi residencia a Gandia (Valencia) durante cinco años. Allí nacieron mis dos hijos y conocí a la poeta María Peiró con la que trabé una amistad casi de hermandad que actualmente persiste.

Publiqué en Internet varios poemas y el escritor chileno Francisco Lagno creyó en mí y me hizo participe de su antología virtual de poetas hispanoamericanos “Por la Senda del Conquistador” (libro que recorre la senda que siguieron los conquistadores, embarcados en una expresión del sentimiento a través de la poesía, que partieron desde España para llegar a la región del Bío Bío).

En octubre de 2004 empecé a asistir al taller poético de Espaciarte donde he participado en diferentes tertulias y recitales poéticos. En abril de 2008 fui invitada a participar en una lectura poética en Radio Mislata.

Actualmente tengo cuatro poemarios inéditos “Iris del iris”, “Extractos de agua”, “Días de credo y pisada” y el último que acabo de terminar “Imperio de luces”.


Creo que a pesar de todo lo escrito anteriormente quizá este poema que a continuación os presento sería quien realmente me presenta mejor:



Tal vez mañana

Aquí estoy, sin perdón ni juramento,
la mujer que ama en el espejo una sombra china,
la que vive, la que mira lejos de las manos
y huye de lo cierto en la figura que se hace,
la que estampa en la pared un ojalá mañana,
una copa al vacío, un papel que se retuerce
y toca techo y baja vertical fugando un vuelo,
la que se acostumbra a tanta nada y se dibuja
un espacio en blanco, la que se ahoga en el humo
del medio cigarrillo y se tapa en las estrellas
porque ha perdido algún zapato sin su pero,
la inconformista, la que estrecha la mirada
y una sonrisa desdibuja.


La que detrás de la pupila se repite…

Molienda - Laura Giordani



Molienda
A un diente de leche.


Diminuto escombro de un tiempo de leche
y nanas, desde la bóveda de un paladar
que no sabe de iras,
se va descascarando inexorable la infancia.
Astilla que en la mano queda,
saldo de esta molienda lenta de los dioses
que reclama nuestro salvado y nuestros huesos
para cebar alguna merienda celeste, lejana.


Queda en la mano esta condensación de lágrimas,
una piedrita a la medida de un duelo íntimo
por tanta muerte imperceptible, privada.


Convalecencia de una estrella
caída de un mundo donde las palabras no mienten
y la desnudez es la talla del juego
y el tiempo no juega a que nos amasa.


Se exilian candores en el esmalte ya inútil
y quedan jugando en tierra las mañanas antiguas.


No estaremos para atestiguar la estela,
la voracidad que nos convida a ser harina
en esta molienda lenta, extraña.
Ya en tu cuerpo la vida inaugura otros filos
y planta estandartes de cordura
y te enciende ferocidades nuevas;
otros dientes para triturar las espigas
de los días que te aguardan.


Laura Giordani, de Noche sin Clausura,

Dos poemas de María Peiró

Fotografía de Juan Rulfo



Judit

A esto fue que no llegó la mujer, a llorar
la araña que teje en la luz
de una casa, con el rayo
y la ternura, con esa nube de chispas, a lamer
en su centro la voz de la cordura y a dejar
el vientre por las colchas
del tornado, a cantar
en la calle la terquedad de no seguir, a sudar
este vaho de vivir fuera del hombre.


A esto fue que no llegó la mujer, a esto
la vida de su entraña, a sembrar esta tela con entrega,
esta mano de caricia, a beber esta
sombra de raíces,
largos años que caben dentro de un minuto
en la nova de cualquier momento, a cegarse
siempre en burka, a buscarse en los injustos,
en sus mandamientos y normas del dios
de la verdad, a esto es que no vino la mujer.


Mientras es tallada y abolida, hasta que la sujetan
como a una medusa ante el espejo, después
que la infantil sea devuelta sin infancia.
Con el orgullo de la estrella, vuela entonces,
sigue subiendo años, cae
ahora de golpe, vuelve de la inocencia
a la mentira, a no ser ya una mariposa.



Fotografía de Juan Rulfo


Árbol y cofre


Vengo en tus ramas anidando,
en tus raíces,
-imprecisa soledad de tierra-
saciando vengo de la sal el paladar.
En tu vientre de anillos,
cofre de las arras que me sujetan,
en tus bisagras para el viento
en tu corteza
áspera talla de cuchillo y lluvia
vengo atesorando las esporas de mis celos,
vengo guardando mis risas de plata,
mis baratijas necias...
ocultando vengo en tu pálpito de árbol
mi corazón de fruta,
mi pan de oro madurado.






María Peiró nos cuenta :"Nací en Valencia (España) el 9 de junio de 1.959. Estudié primaria en las Escuelas de Don Juan de Dios Montañés, de mi ciudad, hasta los trece años y posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, también de Valencia, durante tres años más.
A los quince años comencé a trabajar en una academia de enseñanza privada donde, al mismo tiempo, estudiaba para graduarme.
Tras contraer matrimonio en 1981, me traslado a vivir con mi esposo a Euskadi y posteriormente a Gandía (Valencia). Tras nueve años, volvemos a instalarnos en Valencia capital, donde residimos hasta hoy.
Desde hace veinte años trabajo en el departamento administrativo de una empresa privada de Valencia.
Uno de mis poemas fue seleccionado en el certamen III Diálogo Poético Entre Civilizaciones 2003 convocado por la Cadena COPE de Radio, pasando a formar parte de la antología Siempre con el Mar, editado por Alfaguara
Desde septiembre de 2003 asisto a los talleres que imparte el poeta Víctor Puertodán, donde he realizado todo tipo de ejercicios teóricos y prácticos, en poética, narrativa, crítica literaria, teatro, guión cinematográfico, etc.
Tengo confeccionado mi poemario "Conatos" y en preparación otros dos más.
Pertenezco a la asociación cultural valenciana Espaciarte 2000 con sede en Valencia, de la que soy miembro fundador.





Recital de poesía en Alicante- Sábado 10 de Mayo



Recital de poesía en la asamblea de la Plataforma Contra la Exclusión Social (Alicante, 10 de mayo)
Sábado, 10 de mayo de 2008.
20’30 hs.
Colonia Requena; C/ Cuarzo, 4; Alicante
Encuentro, celebración, fiesta…

10 años luchando contra la pobreza, exigiendo ciudadanía.


-Memoria de 10 años. Carta a la ciudad: Aquí, ahora, decimos …
-Hablan Asociaciones y Colectivos de la ciudad.
-Poetas críticos.
-Picaeta, músicas del mundo y baile...

Organiza: Plataforma Contra la Pobreza, la Exclusión y la Desigualdad Social en Alicante.


Recitarán poemas: Julia López de Briñas, Laura Giordani, Antonio Martínez i Ferrer, Virgilio Tortosa, Víctor Gómez Valentinos y Enrique Falcón.

Lectura de poemas de Arturo Borra y Antonio Méndez Rubio.


La travesía-Un poema de Fede Romero



Pienso algunas veces
si este deseo de ser no será
la blanca vela de una frágil nave
que sin remedio se dirigea la otra orilla.

Sólo entonces, aquello
que no he llegado a ser
llega en mi auxilio
para evitar que al final de la travesía,

todo, absolutamente todo acabe

encallando en la costa del haber sido.

F. Romero




Fede Romero nació en Macastre (Valencia) en 1970.

Es licenciado en Filología Hispánica (Literatura española). Interesado por la poesía en general, sin embargo tiene predilección por la poesía escrita por mujeres: Emily Dickinson, Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath, Ada Salas, Alfonsina Storni o Idea Vilariño.

Alguno de los poetas a cuya poesía recurre con frecuencia: Alfonso Costafreda, Antonio Gamoneda, Jaime Gil de Biedma, Nazim Hikmet o Friedrich Hörderlin.
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Actualmente, participa en el taller de poesía, organizado por la Universidad Politécnica de Valencia, que dirige la poeta Elena Escribano.