afino un instrumento peligroso.
Animales palabras
I
La palabra escrita
Perdóname la tristeza
de amarte en las palabras,
animales de la ausencia.
II
La palabra olvidada
Sepultada en el tiempo
una oscura palabra,
animal en letargo dispuesto a despertar.
III
La palabra susurrada
La palabra, animal silente
que roza tu lengua como yo,
con ahogada dulzura.
Últimas imágenes del naufragio del Eliseo Subiela
El temor (fragmentos)
el temor
de no encontrarme y buscándome
perderme
y no encontrarme
* * *
la clara suciedad del tránsito,
las huellas de los pies,
el sonido de los pies
haciendo huella
* * *
malparirse,
haber nacido mal
y no cambiar, no
ser otro
* * *
escribir
como se escupe al cielo
mancharse los dedos
con la tinta
* * *
no describir;
desescribir lo visto
--
Javier Gil Martín (Madrid, 1981). Licenciado en Filología española, actualmente se dedica al subtitulado y edita (junto a Víktor Gómez y Miguel Fernández) la colección de poesía “Instrucciones para abrir una caja fuerte”, http://instruccionesparaabrirunacajafuerte.blogspot.com/, los pliegos “Manuales de instrucciones” y la segunda serie de los “Cuadernos Caudales”. Coordina la sección “Versos para la muerte” de la revista de empresa Adiós desde hace más de tres años. Ha sido, también, parte del grupo poético trecetrenes y coeditor de la revista del mismo nombre. Ha publicado en alguna revista digital (Fili d’aquilone, La zorra y el cuervo...) e impresa (Sobredosis, Cuadernos del matemático...). Ha escrito los poemarios Motivos para después de la muerte y Propiedades del pájaro solitario (ambos inéditos y sin ganas ya de ver la luz) y ha publicado Seis poéticas con forma de crimen.
--
18 comentarios:
Querida Laura, tu introducción y la fotografía que elegiste son de una ternura desarmante. Los fragmentos son un hallazgo. Malparirse, desescribir, qué son las palabras olvidadas, las susurradas ...
Un abrazo muy fuerte.
Laura, qué bueno que traigas a tu blog la poesía de Javier, su lento naufragio. Sin hundimiento, ¿cómo concebir hoy lo poético?
En cualquier caso, esos animales-palabra me resultan sugerentes y entrañables y más todavía cuando son “animales de la ausencia”. La brevedad de los poemas, contra lo que se piensa, tampoco es fácil, porque exige un trabajo de condensación importante como para que resulten disparadores.
Me llevo especialmente ese:
malparirse,
haber nacido mal
y no cambiar, no
ser otro
o este otro:
no describir;
desescribir lo visto
En cualquier caso, además del valioso trabajo que están haciendo con otros amigos desde la fundación y la colección, celebro que Javier siga “desescribiendo”.
Un abrazo fuerte para él y un beso para vos,
Arturo
Pues a mi me resulta muy interesante el poema "Animales palabras".
Un abrazo.
Qué importante es saber leer. Como recordara Celan, "La atención es la oración natural del alma".
En el caso de javier como en el de Laura, la atención es la mitad más un cuarto de su escritura.
Bello es un poema, pero cuando lo atraviesa la mirada de un buen lector, es magia.
La humildad de Javier y su sabia morosidad en la entrega al papel de su dactilografía nos dificultan llegar a su obra.
Gracias Laura,
Un beset,
Víktor
Desescribir lo visto... interesante idea, me ha gustado.
Gracias por compartir, Laura, y un abrazo.
Querida Mariel: ¿qué hogueras te encendés en los ojos para ver con esa precisión? Me sorprende esa capacidad tuya de leer en los peuqeños detalles, en las miguitas la singladura del pan.
Agradezco tanto contar con esa mirada tuya por aquí, de corazón.
Un abrazo muy grande.
Laura.
La foto es de la peli de Eliseo Subiela "últimas imágenes del naufrago"
sí: malparirse, desescribir: la poesia de Javier tiene texturas interesantes. Y lo que valoro mucho en él es la falta de prisa en publicar, ese trabajo constante, silencioso, tan distante de la vorágine en que andan muchos poetas jóvenes por aquí, el ego que los lleva de las narices de aqui a allá en un movimiento que ceba al autor, al personaje de "poeta" pero que desnutre la obra, el poema.
otro abrazo, Mariel.
Laura.
Sí Arturo, estoy de acuerdo: poca poesía puede concebirse hoy que no sea desde el naufragio. Si no el naufragio tangible, terible, que padecen tantos millones de seres, al menos el naufragio de la mirada, el naufragio interior que permite acercarse al fondo y sus tribulaciones. Desde esa zozobra no declamada intentar dcir algo.
Desescribir me parece una propuesta interesante, un camino de retorno del pulso para encontrar alguna luz en la maraña de significantes. La apuesta de Javier por versos cortos creo que responde a esa vocación. Y claro que no es fácil la brevedad.
Gracias por tu aporte y tu lectura.
Más besos,
Laura.
Gracias Lola por tu lectura y por dejar tus impresiones. Animales palabras tiene fuerza, especialmente cuando las palabras son "animales de la ausencia"...
Un abrazo,
Laura.
No deja de asombrarme cómo con tan poco puede decirse tanto. Esa capacidad para ofrecer imágenes sutilmente desveladas, deliciosas. A raíz de tu entrada, Laura, le busqué. Adoro naufragar tan lentamente.
Me encanta lo de "libros inéditos y sin ganas ya de ver la luz"...
Malparire, desescribirse, me apunto a todo lo que invoque el descentramiento o la pérdida de las ilusiones verticales...
abrazos
Hola Esther!
Me da alegria que hayas descubierto la poesía de Javier por esta entrada, qué bien. Sigamos naufragando entonces.
Gracias por tus huellas, de corazón.
Un abrazo,
Laura.
Desescribir, eso es Rubén. A ver cómo podemos concretar esa propuesta de Javier. Desescribir.
Gracias a tí por tu lectura y tu presencia constantes.
Un abrazo grande,
Laura.
Brutal tu entrada de Emily Dickinson, la disfruté mucho.
Yo también me apunto querido stalker a esas propuestas de vuelo bajito.
Siempre es una alegría encontrarte por aquí.
Un abrazo fuerte,
Laura.
Saber decir en pocas palabras lo que se siente y que además cause impacto en el receptor, es un arte que está al alcance de muy pocos.
Bonita página.
Un beso
"Malparirse" qué fuerte! Hay que ser capaz de decîrselo.
Y "escribir/ como se escupe al cielo".
Siempre es bueno saber que andan por ahî seres que escriben o intentan escribir asî, sin preocuparse mayormente por publicar en limpio.
Saludos
Sí Aruillo, es cierto. Poder transmitir la zozobra del naufragio con unas poquitas tablas es un arte y sumamente difícil. Sumergir ciertas palabras para dejar a flote, en la superficie, unas pocas como testimonio del naufragio.
Agradezco mucho tu lectura.çUn abrazo,
Laura.
Escribir como se escupe al cielo, malparirse... La forma de poetizar de Javier es coherente con su forma de ser, con su presencia casi en punta de pies, con su receptividad hacia los demás.
También me alegra esa lentitud y ese ego escaso en un mundillo donde abunda lo contrario.
Un abrazo fuerte, Leonardo y gracias-
Laura.
Publicar un comentario