La degradación del arte se inicia con el
enaltecimiento del artista, y termina con la mercantilización de la obra. Lo
mismo pasa en las artes plásticas que en las literarias.
Chantal Maillard
Con la seda de las entrañas tejer el
camino por el que avanzar. Desde la radical necesidad, tender andamios transparentes
en el aire.
Creación como gesto íntimo de
resistencia: de espaldas a la posteridad, sin más pretensión que la de seguir
respirando. Para no morir de frío.
Trazas surtidas del hambre o la sed,
con esa fulguración única, irrepetible, de la estrella que perece ante nuestros
ojos. Invocarlas hasta verlas llegar en la fiebre blanca para que hablen a los
moribundos y a los resistentes desde lo más blando: una diminuta talla de
madera de caldén, dos postales con matasellos de Mauthausen-Gusen y las
veinticinco palabras permitidas, unos versos en catalán escritos en papel de
saco de cemento, el dibujo de una mariposa amarilleando en una pequeña maleta
de cuero.
Obras supervivientes, obras vivas para resucitar lo moribundo de la traza definitiva, eso ya en descomposición presente en todo gesto que aspira a la permanencia. Obras que aceptaron su fragilidad y en esa aceptación, se hicieron sólidas y resistentes.
Arte linterna, trineo de auxilio, manta para postergar
el frío final de los cuerpos.
Laura Giordani
Fragmento de "Manca Terra" (2020, La Garúa Ediciones)
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