El no saber cargado de compasión: Chantal Maillard




“El virtuoso es un artista cuyo arte consiste en engordar el "mí" en detrimento del "nos" que el buen poeta ha de cultivar dentro de sí. Sus composiciones son deposiciones del yo.

El poema es otra cosa. Es un oído atento. A lo otro que hay en lo que se percibe. Lo percibido anterior a su formulación. Para formularlo de nuevo, qué duda cabe, pero con solo el in-dicio, lo in-decible por decir apenas sugerido. Pasar entre las formas como un animal entre la hierba, quedando tan solo la fragancia en su pelaje. Una fragancia es un ritmo, un color, una vibración en curso.

Por lo que a mí respecta, aspiro a ser humilde aprendiz de ese animal. Llegar al poema como quien vuelve de caminar por el monte con la chaqueta mojada, y la pone al fuego y humea, y aspira ese humo. ¿Qué palabras serían ésas?”

Chantal Maillard, El no saber cargado de compasión





"Cuando entreví el charquito de agua, supe que aquella nostalgia no se refería a la infancia ni a ningún momento de ella en particular, sino que era la de un gozo profundo ajeno a la conciencia temporal. No sabría, hasta mucho después, que aquel estado de gozo era el de la propia vida, que venía dado con ella, y que si lo perdemos –cosa que suele ocurrir con aquello que llamamos “edad de la razón”- es por efecto de la reflexión….
…cuando el niño dice yo, se ha enajenado en su reflejo, en su doble, y aquel ser primero que no se sabía, ha quedado asombrado, reducido a una sombra. Y el gozo, junto con todo lo que ocupaba esa plenitud, es relegado al lugar del olvido o del misterio, lo que ya no se sabe y no puede saberse porque ahí aún no había palabra". 

Chantal Maillard, Bélgica



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