Viaje adentro, al fondo, a ese barro primero
solícito para las manos, los algodones
tendidos en coincidencia con la herida.
Lo blando: refugio de las aristas
que nos duelen.
Viaje por los corredores
de la sangre, el andamiaje de calcio
que nos alza en rebeldía incesante
ante la gravedad.
Para ser polvo encendido en la frente
de algún dios, reconciliación
de puntos cardinales, fervor
que nos eleva a esa colina
desde donde podemos ver
la infancia que nos aguarda.
[Viaje adentro]
"Noche sin clausura" (2012, Amargord Ediciones)
Laura Giordani
2 comentarios:
Algo así como un "Viaje a la semilla" de Carpentier, hecho poema, robustecida la belleza por el delicado uso de la palabra que es también instrumento de introspección. Hermoso viaje. Un abrazo.
Muchas gracias por tu lectura, Darío. Otro abrazo germinal.
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