Blanca Varela, Ejercicios materiales
"Oblivion" de Astor Piazzolla.
"Oblivion" de Astor Piazzolla.
Juego amoroso
Las manos a la altura del aire
a dos o tres centímetros del vacío
no se mirará nada preciso
la polvareda que pasa
el inesperado cortejo de plumas
arrancadas al vuelo
la nubecilla rosada
y tonta que ya no es
el cierraojos y el ábrelos
en la breve opacidad
de una luz que no se ve
y el sueño pies de goma
y azules y brillantes
las estrellas
rientes
párpado sobre párpado
labio contra labio
piel demorada sobre otra
llagada y reluciente
hogueras
eso haremos a solas
El rayo ha perfumado ferozmente nuestra casa
El rayo ha perfumado ferozmente nuestra casa.
Tenemos sed, tenemos prisa por golpear
con el hueso de una flor en la tiniebla.
Hay un árbol talado en esta historia.
Contemplamos el cielo. No hay señales.
¿Es de día? ¿Es de noche?
Murió la araña que medía el tiempo,
Murió la araña que medía el tiempo,
sólo hay un viejo muro y una nueva familia de sombras.
Nadie nos dice
Nadie nos dice cómo
voltear la cara contra la pared
y
morirnos sencillamente
así como lo hicieron el gato
o el perro de la casa
o el elefante
que caminó en pos de su agonía
como quien va
a una impostergable ceremonia
batiendo orejas
al compás
del cadencioso resuello
de su trompa
sólo en el reino animal
hay ejemplares de tal
comportamiento
cambiar el paso
acercarse
y oler lo ya vivido
y dar la vuelta
sencillamente
dar la vuelta
16 comentarios:
Blanca Varela, como sabes, una de mis predilecciones, uno de mis permanentes diálogos, una revisitada palabra. Dolor y perforación del dolor, para no abatirse con él en opacidad, sino abrir pequeñas fisuras, cauces lingüísticos ajenos al atropello de la realidad, que se sumergen por bajo de lo visto, que nos descubren y describen, desde una música temblorosa de hojas en las aguas negras, el veraz signo de lo inextricable, la necesaria lucidez de los supervivientes, el infatigable don de acompañar al silencio y la desvida con versos y con dignidad, aun en las horas más ciegas y en las circunstancias más solitarias o zaheridas. Colmo del dolor ajeno, del suyo como parte de los ajenos, de los afuera de un sistema inclemente, voraz, absurdo en lo kafkiano y brutal en lo vallejolatiente.
No es de extrañar su empatía con Gamoneda, ni su hilo con poetas muy jóvenes, que hoy la sienten madre de los volcanes, la ceniza y los pasos entre el abismo y el mar.
Con Simone Weil converso en el que para mí es uno de los poemas GRANDES de la tradición castellana.
Y se negó a las complacencias, al deshonor de los honores, al pasear por Palacio, a la construcción vertical de un nombre. Ella era todos los ahogados, todas las apaleadas o renegadas gentes. Los que son desllamados, desoidos, desvistos.
Blanca Varela es América en su voz mestiza, incomodadora, dignísimamente en guardia y sospecha de las intenciones del "Amo y sus perros" como a lo mejor diría Quique.
Un beset
Víktor
También su poesía amorosa es potentísima, en la autenticidad del querer sin desquererse, pero dándole al otro sin resistencia el mejor tú que podamos ser, como gustara decir a Salinas.
Vík
Me gusta muchísimo su poesía, llena de silencios y expresiones sorprendentes.
Poesía de revelación de descubrimiento...
Me gusta especialmente, su breve poema Strip tease.
Gracias por traérnosla a la memoria.
Soco
Es maravilloso llegar aquí al final de un día y encontrar palabras fuertes, como si fueran nuevas y tan sencillamente profundas.
Gracias de nuevo. Un saludo.
Magnífica, enorme la poesía de Varela, Laura. Creo que es una voz esencial de nuestro siglo.
Suscribo todo lo anterior. QUé más podría decir de Varla? Indispensable a todo ojo, a toda mano que se inicia...
Casualmente acabo de colgar "Conversaciones con Simone Weil". Después de leer a Viktor sólo cabe asentir y disfrutar en silencio estos versos.
Gracias
Conozco tu amor por la poesía de Blanca Varela, Víktor. Gracias por tu comentario y haberte volcado así a contarnos tus impresiones de poeta y lector: toda una invitación a quienes visiten el blog a adentrarse en el magma de esta poética honda.
Un abrazo fuerte.
Laura.
María Socorro:
Un gusto encontrar tu comentario aquí. El poema que mecionas, Strip Tease es una invitación a la desnuez amante, me encanta también. Lo pego para ti.
Quítate el sombrero
si lo tienes
quítate el pelo
que te abandona
quítate la piel
las tripas los ojos
y ponte un alma
si la encuentras
Un abrazo,
Laura.
Tienes razón, Leonardo y es que Blanca Varela tiene esas voces que crecen con cada relectura, hay una permanente sensación de renovación, de vitalidad.
Gracias por tus pisadas aquí.
Un cálido saludo,
Laura.
Querida Laura:
un enlace que te interesará:
http://www.circulobellasartes.com/ag_ediciones-minerva-LeerMinerva.php?ele=14
En concreto los artículos "Poesía y pensamiento" y "Tejer el grito: una teoría del conocimiento". Ya verás por qué.
(También los dejo para Viktor, si gusta...)
Abrazos
PD: muy buena tu entrevista con Quique.
Quítate el sombrero
si lo tienes
quítate el pelo
que te abandona
quítate la piel
las tripas los ojos
y ponte un alma
si la encuentras
Si, uno de mis imprescindibles. Es maravilloso. Podría decir que fue uno de los que descubrí hace años cuando la descubrí a ella.
Tienes razón: una voz imprescindible, Nuria. Y creo que no sólo para quien se inicia... a mí me sigue haciendo temblar. Y esa justeza expresiva, nada afectada, nada retórica, me puede.
Gracias por estar ahí y te dejo un cálido abrazo.
Laura.
Querida Ana; conozco también tu debilidad por esta poeta peruana. Me gustaría ir colgando más poemas suyos de tanto en tanto.
Un abrazo a tu sur desde tierras levantinas.
Laura.
Sí, Stalker: he visto y disfrutado en tu Marienbad esas Conversaciones con Simone Weil que has colgado. Además, emocionante el video subtitulado de Barbara: qué maravilla de mujer, cuánta poesía. Me cuesta escucharla sin terminar sintiendo un nudo en la garganta y varias lágrimas amotinadas.
Gracias por estar ahí.
Te dejo un abrazo fuerte.
laura.
Buenísimo el enlace, Stalker. Sin despedicio ese artículo de Chantal.
"Lo que bebe el pájaro, lo encontramos en pequeños indicios, muchos de ellos cotidianos, y en grandes sucesos también si sabemos eliminar de ellos su grandiosidad. Lo que bebe el pájaro, lo que quisiera beber, es lo que acontece sin que medie en ello razón alguna. La razón siempre trabaja con atención a unos resultados, ya sea en el uso cotidiano que hacemos de la misma, ya sea en su trazado arbórico, ya sea en la planicie.
Lo que bebe el pájaro, digamos que es una estela, un trazo. El pájaro lo reconoce porque está dispuesto. Sediento. El berebere, ahí, no tiene función alguna. Se trata tan sólo de un reconocimiento. No el que la memoria proporciona, no, ése no".
La sed y el pájaro; es toda una concepción del mundo y la poesía. Cuánto me aporta esta poeta, Stalker.
Gracias por tu aliento. Te dejo un cálido abrazo.
Laura.
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