Atget Pantheon
Saneó esa atmósfera, la purificó incluso: introdujo la liberación del objeto del aura, mérito éste el más indudable de la escuela de fotógrafos más reciente. Si Bifur o Variété, revistas de vanguardia, no presentan, bajo el título de "Westminster", "Lille", "Amberes" o "Breslau", sino detalles, ya sea un trozo de una balaustrada, o la copa pelada de un árbol, cuyas ramas se entre-cruzan en direcciones varias con las farolas de gas, o un muro de defensa, o un candelabro con un cinturón salva-vidas que lleva el nombre de la ciudad, se trata siempre de matizaciones literarias de temas que ya había descubierto Atget.
Le Cirque-Atget
Y resulta innegable que la copia, tal y como la disponen las revistas ilustradas y los noticiarios, se distingue de la imagen. La singularidad y la duración están tan estrechamente imbricadas en esta como la fugacidad y la posible repetición lo están en aquélla. Quitarle su envoltura a cada objeto, triturar su aura, es la signatura de una percepción cuyo sentido para lo igual en el mundo ha crecido tanto que incluso, por medio de la reproducción, le gana terreno a lo irrepetible. Atget casi siempre pasó de largo "ante las grandes vistas y antes las que se llaman señales características"; no así ante una larga fila de hormas de zapatos; ni tampoco ante los patios parisinos en los que desde la noche hasta la mañana se enfilan los carros de mano; ni ante las mesas todavía empantanadas y platos sin ordenar que están allí por cientos a la misma hora; ni ante el borde. de la calle"
Para ver más fotografías de Atget:
http://www.elangelcaido.org/fotografos/atget/atget.html
En las fotografías de Atget, se produce un desmantelamiento del aura de la realidad (como parece querer expresar Walter Benjamin) pero a la vez se crea un aura fotográfica. En alguna medida, consigue crear unos espacios donde la forma y la presencia son melancólicas. Sus composiciones tratan de profundizar en la propia esencia del medio al remitirnos a una nostalgia positiva donde se añora no sólo un tiempo sino unos valores y una figuración poética.
Sin embargo, la poética de Atget no va a perdonar sino muy al contrario es fruto de su propio desgarro personal, de su propia desgracia. Recordemos que durante los últimos años de su vida vivió miserablemente en París mientras deambulaba por las calles con su dolor y su talento, en busca de esas formas y esas presencias añoradas que interactuaran con su propio sufrimiento. Marisol Romo Mellid
5 comentarios:
Para mí W.B. siempre ha sido más que un intelectual valioso. Ha sido una especie de guía ética, porque de alguna manera sus interrogaciones siempre pasaron por detenerse en lo desapercibido. Eso es un ethos de la escritura (poética o teórica).
Gracias Laura por tan hermosa entrada. También la imagen puede ser poética (lo inverso, no cabe duda, también vale: la poesía en sus mejores momentos también es imagen).
Un abrazo fuerte,
Arturo
Todo lo relacionado con la fotografía me apasiona, por lo que me ha gustado mucho tu entrada. Un beso.
Conozco tu devoción por Walter Benjamin, Arturo y acuerdo con vos en que ese detenimiento en lo desapercibido, en lo inapresable (qué valor ético tiene la omisión de la mirada, como una manera de crimen también!!) es una ética.
Gracias por tu detenimiento y valioso comentario.
Un abrazo fuerte,
Laura.
Me alegra que hayas disfrutado esta entrada y las fotografías de Atget, Saiza.
Siempre bienvenida en este espacio.
Un abrazo grande y gracias.
Laura.
Buena explicación, gracias por la entrada
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