Tres poemas de Fede Romero






El viaje

No habrá retorno
cuando acabe este viaje
para el que no saqué billete.

Tren que avanza inmóvil
por el abismo que une
la nada con la nada.

Mientras, alguien muere
en la herida de mis labios
a cada instante.


La única certeza

Tu corazón sabe
que cada uno de sus latidos
es una nueva llamada al silencio.

Esta es la única certeza
que te hace dudar
del humo que exhalan tus labios.



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La que no rumié la quebró el llanto.

Pérdida amasada en barro
que es sed y es deseo de ser
hecho astillas lanzadas al viento.

Esta otra
la que carcome mis huesos
la que se adensa en mis venas
la que se agolpa en mis labios
la que arde en mis ojos
la que aúlla en mis versos

es potro desbocado

que se dirige hacia una estrella sin voz.

F. Romero


Fede Romero nació en Macastre (Valencia) en 1970.

Es licenciado en Filología Hispánica (Literatura española). Interesado por la poesía en general, sin embargo tiene predilección por la poesía escrita por mujeres: Emily Dickinson, Alejandra Pizarnik, Sylvia Plath, Ada Salas, Alfonsina Storni o Idea Vilariño.
Alguno de los poetas a cuya poesía recurre con frecuencia: Alfonso Costafreda, Antonio Gamoneda, Jaime Gil de Biedma, Nazim Hikmet o Friedrich Hörderlin.
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Actualmente, participa en el taller de poesía, organizado por la Universidad Politécnica de Valencia, que dirige la poeta Elena Escribano.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios... cuánta belleza has reunido aquí!
Después de recorrer tu blog (llegué buscando información sobre Arnaldo Calveyra para mi tesis)
he quedado... uf! calado de poesía hasta los huesos.
Enhorabuena, Laura.
Regresaré, eso seguro.
Miquel

Jesús Ge dijo...

Comparto con Fede el taller de Elena Escribano y puedo asegurar que es un gran poeta... y una gran persona.

Un abrazo.

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Comparto con jesús que comparte con fede que conmigo comparte el Taller de Elena Escribano que jesús es un gran poeta que lee al gran poeta Fede que he leído hoy aquí.

A la belleza de una imagen, entre lo doloso y lo desaparecido, abre el lector su entraña y llena del vacío un batir de alas sin pájaro, diríase música sin orquesta, partitura de carne desgarrada y sangre en vuelo, ocaso que empapa el horizonte de una insufrible tristeza, de un salto sin red.

Un beso para el alma de Fede, otro para el generoso corazón de Jesús GE y un primer beso para la sensible poeta que a todos nos acoje en su bitácora, como un árbol frondoso a las peregrinas que huyen del invierno.

Tu Viktor

Laura Giordani dijo...

Miquel: me alegra que te haya gustado recalar en el blog y que algo de la información colgada sobre Calveyra te pueda resultar de alguna utilidad.

Seas bienvenido!

Saludos y gracias por tus palabras.
Laura

Laura Giordani dijo...

Estamos de acuerdo Jesús, por ello es para mí una alegría poder alojar aquí los versos de Fede, siempre perfumados de humildad y una profundidad nada engolada.
Un abrazo!
Laura.

JR dijo...

maravillosos...
besos.

Laura Giordani dijo...

Víktor... pero qué hermoso comentario has dejado compañero. Perdona la demora en contestarlo.
Tú sí que eres árbol frondoso y sombra ancha para muchos...
Te dejo un abrazo.

Laura.