Dos poemas de María Peiró

Fotografía de Juan Rulfo



Judit

A esto fue que no llegó la mujer, a llorar
la araña que teje en la luz
de una casa, con el rayo
y la ternura, con esa nube de chispas, a lamer
en su centro la voz de la cordura y a dejar
el vientre por las colchas
del tornado, a cantar
en la calle la terquedad de no seguir, a sudar
este vaho de vivir fuera del hombre.


A esto fue que no llegó la mujer, a esto
la vida de su entraña, a sembrar esta tela con entrega,
esta mano de caricia, a beber esta
sombra de raíces,
largos años que caben dentro de un minuto
en la nova de cualquier momento, a cegarse
siempre en burka, a buscarse en los injustos,
en sus mandamientos y normas del dios
de la verdad, a esto es que no vino la mujer.


Mientras es tallada y abolida, hasta que la sujetan
como a una medusa ante el espejo, después
que la infantil sea devuelta sin infancia.
Con el orgullo de la estrella, vuela entonces,
sigue subiendo años, cae
ahora de golpe, vuelve de la inocencia
a la mentira, a no ser ya una mariposa.



Fotografía de Juan Rulfo


Árbol y cofre


Vengo en tus ramas anidando,
en tus raíces,
-imprecisa soledad de tierra-
saciando vengo de la sal el paladar.
En tu vientre de anillos,
cofre de las arras que me sujetan,
en tus bisagras para el viento
en tu corteza
áspera talla de cuchillo y lluvia
vengo atesorando las esporas de mis celos,
vengo guardando mis risas de plata,
mis baratijas necias...
ocultando vengo en tu pálpito de árbol
mi corazón de fruta,
mi pan de oro madurado.






María Peiró nos cuenta :"Nací en Valencia (España) el 9 de junio de 1.959. Estudié primaria en las Escuelas de Don Juan de Dios Montañés, de mi ciudad, hasta los trece años y posteriormente en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, también de Valencia, durante tres años más.
A los quince años comencé a trabajar en una academia de enseñanza privada donde, al mismo tiempo, estudiaba para graduarme.
Tras contraer matrimonio en 1981, me traslado a vivir con mi esposo a Euskadi y posteriormente a Gandía (Valencia). Tras nueve años, volvemos a instalarnos en Valencia capital, donde residimos hasta hoy.
Desde hace veinte años trabajo en el departamento administrativo de una empresa privada de Valencia.
Uno de mis poemas fue seleccionado en el certamen III Diálogo Poético Entre Civilizaciones 2003 convocado por la Cadena COPE de Radio, pasando a formar parte de la antología Siempre con el Mar, editado por Alfaguara
Desde septiembre de 2003 asisto a los talleres que imparte el poeta Víctor Puertodán, donde he realizado todo tipo de ejercicios teóricos y prácticos, en poética, narrativa, crítica literaria, teatro, guión cinematográfico, etc.
Tengo confeccionado mi poemario "Conatos" y en preparación otros dos más.
Pertenezco a la asociación cultural valenciana Espaciarte 2000 con sede en Valencia, de la que soy miembro fundador.





9 comentarios:

Anónimo dijo...

Habrá que seguir de cerca a esta poeta... lo suyo parece muy bueno.

Gracias!


Antonio

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Una voz que estremecida sacude las ramas y retumba en los cuerpos del bosque.

Mujer que tiene oficio y sensibilidad.

Habrá que releer estos poemas con calma y distancia.

Una eficaz palabra contra la impasividad y el desconsuelo. Remueve, revuelve, anima. Aún en su elegíaca tonalidad.

Un beset, Laura y otro para la inquieta María.

Viktor

Laura Giordani dijo...

Hola Antonio!

Bienvenido a este espacio y me alegra haberte "presentado" la poesía de María a quien conozco hace tiempo y sé de su sensibilidad, su oficio, su decir hondo.

Espero publicar otros poemas suyos en el próximo tiempo.

Un saludo,

Laura

Laura Giordani dijo...

Sí Víktor; María tiene una voz estremecida y una poesía muy interesante. Iré subiendo más poemas suyos.

Un abrazo y gracias por tu lectura.

Laura.

Arturo Borra dijo...

María: en tus versos se respira una maduración poética que se transforma en un decir cargado de belleza, de potencia, de vos.
Podría referirme a tus aliteraciones, el juego metafórico en el que te embarcás, a los recursos formales usados con soltura, etc., pero prefiero destacar tu sensibilidad suave y esa figura de la desnudez que está presente en tu poesía. Y, sobre todo, hundimiento en la subjetividad, ternura que hace respirar el sentido, sin el cual la "soledad sonora" no se deja escuchar.
Un placer encontrarte por aquí.
Un fuerte abrazo,
Arturo

Carmen Meca dijo...

En la Feria del Libro te escuché recitar estupendos poemas de A. Pizarnik.
Había pensado añadir tu blog en el mío ¿qué tal te parece?

Laura Giordani dijo...

Hola Carmen!

Te recuerdo muy bien y estaría encantada de que enlacemos nuestros blogs.
te mando un abrazo,
Laura.

María Peiró dijo...

No me olvidé, querida Laura, tan sólo necesitaba unos días para reunir ciertos momentos duros y guardarlos en un paquetito que no estorbe, y ahora llego a dejarte la gratitud que te debía por cederme este acojedor sillón en tu casa, con todos nuestros hermanos poetas.
Te dejo mi abrazo y mi cariño de siempre.

Laura Giordani dijo...

Tranquila María; sabía que estabas ahí internamente. Espero que hayas podido lidiar con las durezas y ponerlas en un atadito que no lastime los pies.

Mi idea es ir publicando más poemas tuyos y de Paloma, en unos días los verás cogados por aquí.
Un abrazo fuerte y mucho ánimo, poeta.

Laura.