Enrique Falcón- Ensayando un grito por detrás de la tormenta








Poética
(Tesis de abril)
a Javier Bello y Pedro Montealegre, versos de Chile


Entre un punto y esta sombra, la palabra es esta aguja, en plena
culminación, como en el amor la sal que continúa.

Ya no somos los corderos de las llaves mudas. Por encima del
cansancio, cuidamos de la lluvia que repara al combatiente.



LA MARCHA DE 150.000.000

(Canto XIX)
Ya han venido los niños, los
150.000.000
con sus cabelleras de risa y su pánico de luces,
ascos de vientre en las matanzas públicas y
dame a este niño con crines del secuestro oh sí los niños
vienen sembrando algas y hambres de rastrojo
con arpones infinitos en sus bocas
danzan, viento nuclear, con los heridos y
hierro de ondas-luz sobre el refugio: —da-
me un niño que se sepa cumbre
y asco de pesebre, mi revolución del día.

(De: La marcha de 150.000.000: «El Saqueo» y «Los Otros Pobladores»;
Germania, Valencia, 1998)




Enrique Falcón nace en febrero de 1968 en Valencia y desde 1993 reside en el Barrio del Cristo.Es profesor de Formación Profesional y licenciado en literatura española por la Universitat de València.
Miembro de la Comunidad de Vida Cristiana ‘Ignacio Ellacuría’, de la Asociación de Vecinos del Bº del Cristo y del colectivo en prisión ‘Teuladí’. Insumiso al ejército y a la PSS y objetor fiscal a los gastos militares.
Ha publicado textos y poemas en diversas revistas de creación y en publicaciones de determinados colectivos sociales, sindicales y políticos, así como escrito diversos trabajos de teoría literaria (Notaciones para una Poesía del Estremecimiento, 1989; La comunicación irracional, 1993; Aquí termina la poética y comienza lo político, 1993; Las prácticas literarias del conflicto, 1995; Cuatro tesis de mayo, 2004). Ha publicado Dimensiones políticas del voluntariado (CiJ, Barcelona, 1997), Aproximación a las narraciones juveniles de hoy (CiJ, Barcelona, 2001) y No doblar las rodillas: siete proyectos críticos en la poesía española reciente (Universidad de Chile, Santiago, 2002).


Es asimismo autor de varios libros de poesía:

* El día que me llamé Pushkin (Ediciones del Ayuntamiento de Sevilla, 1992)
* La marcha de 150.000.000 [1]: «El Saqueo» (Ed. Rialp, Madrid, 1994)
* Amonal, y otros poemas (1996)
* La marcha de 150.000.000 [1 y 2]: «El Saqueo» y «Los Otros Pobladores» (Editorial
Germania, Valencia, 1998)
* AUTT (Ed. Crecida, Huelva, 2002)
* 9 poemas (Ed. Universidad de Valencia, 2003)
* Codeína (2004)
* La marcha de 150.000.000 [3 y 4]: «La caída de Dios» y «Canción de E» (Editorial
Germania, Valencia, 2004).

En 1991 fue recogido en la antología «La Factoría Valenciana», nº 1 (Valencia, 1991), y volvió a
hacerlo en un número sobre escrituras poéticas conflictivas («La Factoría Valenciana», nºs 15/16; Valencia, 1994), después de haber formado parte de la propuesta de emergencia «Poesía y Conflicto» (abril-mayo de1994). Sus textos volvieron a ser recogidos en las antologías «Joven poesía española» publicada por La Página en el año 1997; Feroces: Antología de poesía de la conciencia radical, marginal y heterodoxa (DVD, Barcelona, 1998); Voces del extremo: las voces de la poesía española al otro extremo de la centuria(Fundación JRJ, Moguer, 1999), Poesía y Conciencia (2000), Poesía y Conflicto (2001) y Poesía y utopía(2002); Pasar la página: Poetas para el nuevo milenio (Eds. Olcades, Cuenca, 2000); Poesia Espanhola Anos 90 (Relógio d'Água ed., Lisboa, 2000); El último en morir que apague la luz: Atlas poético (Ateneo Obrero de Gijón, 2001); 20 anys de poesia (Edicions 96, Valencia, 2001); Una mirada hacia la poesía española actual (Luna Nueva, Colombia, 2003); Poesía de la conciencia (Zurgai, Bilbao, 2003); y Poesía
pasión (Libros del Innombrable, Zaragoza, 2004).

Es miembro de la actual coordinadora de la ‘Unión de Escritores del País Valenciano' y ha
intervenido desde allí en diferentes iniciativas culturales, editoriales, políticas y reivindicativas (Foro Social de las Artes, debates sobre modelos políticos y culturales, manifiestos, presentación de nuevas escrituras emergentes, talleres literarios en áreas socialmente deprimidas...), y muy directamente en la realización de varias publicaciones colectivas: Textos por la Insumisión (UEPV-MOC, Valencia, 1992), La mirada urgente: textos contra el racismo (Ediciones Bajo Cero, Valencia, 1995) y El lugar del reencuentro: Talleres literarios de las Madres de Plaza de Mayo (Ediciones Bajo Cero, Valencia, 1995). Hasta 1994 formó parte del equipo crítico «Alicia bajo Cero» (Poesía y Poder, Ediciones Bajo Cero, Valencia, 1997).

Es miembro del consejo de redacción de la revista "Lunas Rojas". Ha participado también en los libros colectivos Construir a paz (Edicions Xerais, Vigo, 1996), Lavapiés (Ópera Prima, Madrid, 2001), La paz y la palabra: letras contra la guerra (Editorial Odisea, Madrid, 2003) y Poemas contra el olvido (Ed. Bartleby, Madrid, 2004).

Ganador del Premio Nacional «Antonio Machado» de Poesía (Sevilla, 1992).

Accésit nacional del «Gerardo Diego» de Poesía (Madrid, 1992).

En 1993 obtuvo un accésit al Premio «Adonais» de Poesía.

En 1999 recae en La marcha de 150.000.000 el premio 'Ojo Crítico' al mejor libro de poesía
publicado en España durante el 98.


Enrique Falcón
Apdo. Correos 8395
46018 VALENCIA

quiquefalcon@turia.net

Sobre "La marcha de 150.000.000":
http://marchade150000000.blogsome.com/

Selección de poemas y semblanzas críticas acerca de Enrique Falcón, en:
http://www.cervantesvirtual.com/bib_autor/falcon/




"Once poetas críticos en la poesía española reciente":
http://once.blogsome.com/

3 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Víktor Gómez Valentinos dijo...

Hay voces que desgarran la brisa inconcebible en un túnel. Voces que excavan y horadan, que abren huecos, que perforan paredes, que invaden la luz de afuera y la invitan a su deconstructiva épica. Voces que profetizan antes que dogmatizar, que se rompen las uñas antes que barnizarse sobre un atrio.

Hay voces cuya generosidad es invisible tanto más eficaz. Se articulan sin la desgracia del fanático ni la insolencia del poderoso. Cruzan una veta, saltan un foso, se disponen para que sobre ellas camine un niño, un ciego, una paralítica. Voces que no hielan. Voces que no fingen, que no simulan, que no atesoran. Voces que excavan y horadan, que sangran abriendo grietas al remanso exterior. A la intemperie donde es el aire fresco, la mañana abierta, la hora precisa, el camino inexplorado.

Voces del no lugar, voces del sufrimiento y la lucha sin cuartel al tedio, al vacuo tiempo, al sobornado ocio. Justas voces de impaciencia y paz.

Hay poetas como Enrique Falcón que son una voz en el desierto, una voz en los túneles y en las minas, en los arrabales, en Villa 31 y en Pisco.

Todo esto digo porque no se decir, porque sólo se leer y releer y dejar que también la marcha de los 150.000.000 horade mi frente, mi espalda, mis manos, mis miedos, mi mudez.

Una excelente elección, Laura. Una voz que respira y oxigena, que escucha los sonidos de las fracturas, la música rota de los desnucados, el ruido lejano y ruin de los fusiles y los machetes.

Laura Giordani dijo...

Todo eso que poéticamente has comentado dispara y abre la poesía de Enrique, íntegro en la palabra y la vida, que son lo mismo. En él se hacen verbo. Entresaco unos versos de La marcha...

"Yo doy un nombre a los que pierden
con llagas infinitas en la boca,
una marcha en ruinas, devastada,
una lengua no hablada todavía
hecha carne a golpe en la intemperie, de puños elásticos y hambre-
dadme tantas flores como niños en mi daño
mi asco de pesebres tendido hacia las cumbres
donde viven, metálicas, mis rosas,
... o sin ellas."


Gracias por tu paso Víktor.

Laura.