Para esquivar las letras de la muerte: cinco poemas de "Astillas" de Ana Belén Martín Vázquez

  Astillas (2024, Bartleby Editores)

El término “astilla” remite a la infancia, al daño. Todos recordamos la experiencia: alguna vez sufrimos en nuestra piel su dolorosa marca. Un dolor intenso provocado, paradójicamente, por una brizna de madera, por una espina casi invisible. En esa metáfora se sustenta la sucesión de Astillas en forma de poemas que tienen su origen en momentos sombríos, en una tristeza interior que busca en el silencio una suerte de consuelo y refugio. La herida se proyecta en espejos imaginarios y encuentra su dimensión más inquietante en la realidad de la muerte y en la experiencia de un cuerpo agotado. Los días, en cada amanecer, asoman inciertos, difíciles, y la vida avanza bajo la sombra de obligaciones y renuncias que la condicionan y limitan. Para la poeta, la casa deja de ser refugio y hogar. 

El insomnio se funde con la memoria. Cada recuerdo, como cada palabra, dejan de acompañar, dejan de ser cómplices, de formar parte de la cotidianidad. Astillas, último poemario de Ana Belén Martín Vázquez, es la memoria rota de un tiempo difícil. Una meditación existencial que es, en parte, una ventana abierta a la vida.

Manuel Rico



HABLAS sola
para esquivar las letras de la muerte.

Intentas pronunciar tu salvación.

Leve y falsa
como la pluma del pájaro

.    .          .        enjaulado en la niñez



TODO tu cansancio te amortaja.

Su daño anula tus sentidos
y pudrirá tu sombra.

No escuchas
las voces amables de tu lengua.

Te resbala el abrazo.

.      .     .       . Tu condena:
.          .       .   escupir palabras.





TRAS semanas de agua
el campo no es tu espejo,
rabiosamente espléndido
incluso en los recodos.

Su verdor es tu carencia.

.    . . Desafiante.

Tiemblas ante el límite
de amaneceres nuevos.

Temes
no estar a la altura
de tanta primavera.



VISITAS el latido de la piedra.

De la herida haces
espejo y nudo.

Ni flor seca ni trino
serán consuelo.

.     .     . Nadie contesta.

 
"Otoño" de Alma Maggi



ROMPES tu nombre.

Borras tu dirección y su huella,
un mar de dígitos culpables.

Eres lo que dice
la correspondencia ausente.

Un tú desvanecido
empieza a construirse

.                      .            . en otro sitio



Ana Belén Martín Vázquez (Madrid, 1971) es Licenciada en Ciencias de la Información, especialidad de Periodismo, y en Filología Hispánica, ambas por la Universidad Complutense de Madrid; y Máster en Dirección de Marketing por ESIC. Su primer poemario, De paso por los días (Bartleby Editores) vio la luz en 2016. Ha publicado poemas en diversos libros y proyectos colectivos, entre ellos, La República de la Imaginación y La Escombrera (Legados, 2009 y 2011); varias ediciones de los encuentros Voces del Extremo (Amargord, 2014, 2015 y 2016); también libros contra la violencia machista; y en las antologías Insumisas. Poesía crítica contemporánea de mujeres (Baile del Sol, 2019); Naturaleza poética (La Imprenta, 2022) y Disidencias (El Sastre de Apollinaire, 2023).

Es autora del blog “Recrear palabras” (https://anabmartinvazquez.wordpress.com/blog/).

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