Una luz que se apaga en la boca: dos poemas de Georg Trakl




Las estrellas difunden una blanca tristeza
Llena en lo gris de iluso tintineo su flaqueza,
se dispersan horribles confusamente…”



Elis, cuando el mirlo en el negro bosque llama,
es tu declinar. 

Tus labios beben el frescor de la fuente azul de las rocas.
Deja si tu frente sangra suave
antiguas leyendas
y el oscuro sentido del vuelo de las aves.

Pero tú entras con tiernos pasos en la noche
que cuelga cargada de uvas purpúreas,
y más bellos mueves los brazos en el azul.

Un espino suena
donde están tus ojos lunares.
Oh, hace tanto tiempo, Elis, que has muerto.

Tu cuerpo es un jacinto
en el que el monje hunde los céreos dedos.
Una negra gruta es nuestro silencio

de la que sale a veces un manso animal
y deja caer lentos los pesados párpados.
Sobre tus sienes gotea negro rocío,

el último oro de estrellas declinantes.

Georg Trakl, Al niño Elis

An den Knaben Elis
.
Elis, wenn die Amsel im schwarzen Wald ruft, / Dieses ist dein Untergang. / Deine Lippen trinken die Kühle des blauen Felsenquells. // Laß, wenn deine Stirne leise blutet / Uralte Legenden / Und dunkle Deutung des Vogelflugs. // Du aber gehst mit weichen Schritten in die Nacht, / Die voll purpurner Trauben hängt / Und du regst die Arme schöner im Blau. // Ein Dornenbusch tönt, / Wo deine mondenen Augen sind. / O, wie lange bist, Elis, du verstorben. // Dein Leib ist eine Hyazinthe, / In die ein Mönch die wächsernen Finger taucht. / Eine schwarze Höhle ist unser Schweigen, // Daraus bisweilen ein sanftes Tier tritt / Und langsam die schweren Lider senkt. / Auf deine Schläfen tropft schwarzer Tau, // Das letzte Gold verfallener Sterne. //






Hay un campo de rastrojos, cae en él la lluvia negra.
Hay un árbol castaño que está solo.
Hay un viento que silba alrededor de la choza vacía.
Qué triste es esta tarde.

Delante de la granja
la dulce huérfana aún recoge las escasas espigas.
Sus ojos muy abiertos y dorados pacen en el crepúsculo
y su seno aguarda al novio de los cielos.

De regreso al hogar
los pastores toparon con el dulce cuerpo
podrido en la zarza.

Soy una sombra, lejos de poblados oscuros.
De Dios bebí el silencio
en la fuente del bosque.

Un metal frío aparece en mi frente.
Mi corazón lo buscan las arañas.
Hay una luz que se apaga en mi boca.

De noche me encontré en un matorral,
erizado de escoria y de polvo de estrellas.
En las avellanas
sonaron de nuevo ángeles cristalinos.

De Profundis

[de Poemas, 1913]



Es ist ein Stoppelfeld, in das ein schwarzer Regen fällt.

Es ist ein brauner Baum, der einsam dasteht
Es ist ein Zischelwind, der leere Hütten umkreist.
Wie traurig dieser Abend.

Am Weiler vorbei
Sammelt die sanfte Waise noch spärliche Ähren ein.
Ihre Augen weiden rund und goldig in der Dämmerung
Und ihr Schoß harrt des himmlischen Bräutigams.

Bei der Heimkehr
Fanden die Hirten den süßen Leib
Verwest im Dornenbusch.

Ein Schatten bin ich ferne finsteren Dörfern.
Gottes Schweigen
Trank ich aus dem Brunnen des Hains.

Auf meine Stirne tritt kaltes Metall
Spinnen suchen mein Herz.
Es ist ein Licht, das in meinem Mund erlöscht.


Nachts fand ich mich auf einer Heide,
Starrend von Unrat und Staub der Sterne.
Im Haselgebüsch
Klangen wieder kristallne Engel.





Georg Trakl nació el 3 de febrero de 1887, en Salzburgo, Austria.
Fue uno de los poetas iniciadores de las vanguardias y el expresionismo literario.
Está considerado el continuador y sucesor de Friedrich Hölderlin, asimilando y modernizando su estilo, siempre dentro de la estética expresionista, aunque también su poesía estuvo influenciada por Novalis Arthur Rimbaud.
Inició una vida bohemia al entrar a formar parte del círculo poético Apollo, en 1904, a pesar de lo que logró concluir sus estudios medios, tras lo que inició en la Universidad de Viena la carrera de farmacia, diplomándose en 1910.
En 1914 fue llamado a filas para luchar en la Primera Guerra Mundial como oficial médico; durante la batalla de Grodek tuvo que asistir sin medicinas a noventa heridos graves, hecho que agravó su depresión crónica, sobreviniéndole una grave crisis nerviosa, que provocó un primer intento de suicidio, por el que fue ingresado en 1914 en un manicomio de Cracovia; allí escrbiría uno de sus poemas más conocidos, “Grodeck”.
Se suicidó el 3 de noviembre de 1914 con una sobredosis de cocaína. Su amigo Von Ficker lo describió así:

Siempre se le hacía difícil arreglárselas con el mundo exterior, al tiempo que iba ahondándose cada vez más en el manantial de su creación poética… Bebedor y drogadicto empedernido, jamás le abandonaba su porte noble, de un temple espiritual fuera de lo común; no hay hombre que haya podido verle jamás tambalearse siquiera, o ponerse impertinente cuando bebía, si bien, a horas avanzadas de la noche, su forma de hablar, por lo demás tan delicada y como rondando siempre un mutismo inefable, se endurecía a menudo con el vino de una manera peculiar y, entonces, podía aguzarse en una malicia relampagueante. Pero, por debajo, solía sufrir él más que aquéllos sobre cuyas cabezas descargaba como un rayo la daga de sus palabras en el corro enmudecido, pues en tales momentos parecía de una veracidad tal que le partiera auténticamente el corazón. Por lo demás era un hombre callado, ensimismado, pero en modo alguno reservado; al contrario, sabía entenderse bondadoso y humano como el que más con gente sencilla y franca de cualquier clase social, de la más alta a la más baja, con que tuvieran el corazón “en su sitio”, en particular con los niños. Bienes apenas le quedaban, tener libros siempre le pareció superfluo, y acabó “liquidando” por lo que le dieran todo su Dostoievski, al que veneraba fervientemente… Entonces estalló la guerra, y Trakl tuvo que ir al frente en su antiguo puesto de farmacéutico militar con un hospital volante. A Galitzia. Al principio aquello pareció romper el hielo y arrancarle a su pesadumbre. Pero luego, tras la retirada de Grodeck, recibí desde el hospital de plaza de Cracovia, adonde se le había llevado para observación por su estado psíquico, un par de cartas suyas que sonaban como llamadas de socorro de su alma.
Igualmente su hermana Gretlse suicidó en 1917.
A partir de 1953 se concede en Austria el Premio Georg Trakl de Literatura.


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