No he visto mariposas por aquí: dibujos y poemas de los niños de Terezín.


"Próxima y no perdida quedaba, en medio de todo lo perdido, una sola cosa: la lengua. Ella no estaba perdida, no, a pesar de todo. Pero debía atravesar aún su propia falta de respuestas, atravesar un terrible enmudecimiento.”
--
Paul Celan “Discurso de Bremen”


La Historia, trapos,
sumergidas banderas, barras
rotas, anegadas estrellas bajo
la deyección.

Alguien tenía que morir sin término.
¿Qué víctima?

¿y por qué
fue ésta y quién los eligió
no queriendo saber que el acto de elegirlos
era aún más
obsceno que la muerte?
¿Por qué nosotros?, dicen
simplemente los muertos.

Aún.
¿Quién llora
que no puede llorar
desde los cuencos secos?

Fragmento del poema Hibakusha de José Ángel Valente

--

Terezín: foto de algunos niños

Durante la ocupación nazi, la antigua fortaleza de Terezin a 60 kilómetros de Praga, fue convertida en ghetto judío y en instrumento propagandístico nazi que trató de exhibirla al mundo como balneario para personas ancianas y luego como asentamiento judío modelo. En realidad, era la antesala a campos de exterminio como Auschwitz.
La tasa de mortalidad del ghetto era muy alta y decenas de miles no lograban siquiera llegar vivos al “traslado”. A pesar de ser un lugar de paso, se organizaron talleres y se hicieron grandes esfuerzos para mantener vivo el ánimo. De mano de la artista y maestra Frield Diker Brandejsovà y de otros grandes artistas que pasaron por allí, los niños dejaron fluir su mirada y su expresión.

En dos valijas sobrevivieron cientos de poemas y dibujos que fueron rescatados al final de la guerra y donados al museo de Praga. Los niños también intuían el final que les esperaba y trataron de plasmar -con un candor que hiere- la atmósfera que impregnaba todo. Algunos dibujos y poemas me han conmovido especialmente. Por la Dra E. Kubler-Ross, algo sabía acerca de las mariposas que los más pequeños dibujaban en las paredes de los barracones de los campos de exterminio con cualquier objeto que tuviesen a mano: un trozo de carbón, la hebilla de un cinturón. Como carecían de conceptos para expresar esos sentimientos, aquellos niños plasmaron la proximidad de la muerte en dibujos de orugas que se transformaban en mariposas.

Los dibujos y poemas de Terezín con sus trazas truncas y su caligrafía temblorosa parecen casi una respuesta anticipada a ese “escribir después de Auschwitz” que planteara Adorno.

Esta entrada como homenaje a esos artistas que pintaron, escribieron y cantaron ajenos a cualquier pretensión, como un gesto de resistencia y belleza en medio del horror. Acompaña la nana Wiegala compuesta por Ilse Weber quien permaneció en Terezín hasta su deportación a Auschwitz, donde junto a su pequeño Tommy y su marido fueron asesinados el 6 de octubre de 1944. Ilse trabajó como enfermera. En Terezin, aparte de artistas e intelectuales, malvivían gran número de ancianos y muchos niños. Ilse componía poemas y nanas que cantaba, acompañándose por una guitarra, a los niños y ancianos enfermos y agonizantes. Dar consuelo con la voz. Interpreta esta nana de Terezín la mezzosoprano sueca Anne Sofie Von Otter.



No he visto mariposas por aquí

La última, precisamente, la última.
De un amarillo tan brillante.
Quizás si las lágrimas del sol
tocarán la piedra blanca...
tan, tan amarilla
volaba, se movía ligeramente hacia lo alto
se fue, seguramente quería dar al mundo
un beso de despedida.
Hace siete semanas que vivo aquí
encerrado en este ghetto
pero he encontrado a mi gente aquí
me llaman las florecillas
y la blanca rama del castaño del patio.
No he visto más mariposas.
Aquella fue la última.
Las mariposas no viven aquí,
En el ghetto.

Pavel Friedmann
Deportado al Ghetto de Terezín el 28/4/1942
Deportado de Terezín a Auschwitz el 29/9/1944



Pequeño jardín.
Lleno de rosas y perfumes.
La senda es estrecha
y un niño camina por ella.

El niño es pequeño, hermoso,
como un botón.
Cuando el botón florezca
el niño no existirá.
--
Franta Bass- 04/09/1930- 28/10/1944





Terezin


Esta mugre en las sucias paredes,
alambradas a todo alrededor,
Y 30.000 almas que duermen
Que alguna vez despertarán
Y verán su propia sangre derramada.

Una vez fui un niño,
Hace tres años.
Un niño que ansiaba otros mundos.
Ya no soy un niño,
Porque he visto el dolor.
Ahora soy un adulto,
He conocido el miedo.
Palabras sangrientas y un día muerto,
Es algo diferente de un espantajo.

De cualquier forma, yo creo que hoy sólo duermo,
Que volveré a ser niño otra vez.
Volveré a mi niñez suave como una rosa silvestre,
Como una campana que nos despierta de un sueño.
Como una madre que al niño enfermo
Lo ama con todo su corazón;
Qué horrible juventud que espía
al enemigo, a las cuerdas de la horca,
qué horrible niñez que en su seno dirá:
este para los buenos, ese para los malos.

Allá en la lejanía, donde la niñez duerme dulcemente,
A lo largo del sendero entre los árboles,
Allá en la casa que un día fuera mi orgullo y mi alegría,
En el jardín, entre las flores, donde mi madre me trajo al mundo.

Si pudiera llorar...

A la luz de las bujías al lado de mi cama
yo duermo y quizás alguna vez comprenda
que era una criatura sumamente pequeña
tan pequeña como esta canción.

Estas 30.000 almas que duermen allá
entre los árboles despertarán
abrirán sus ojos, y como verán muchas cosas
se dormirán de nuevo...


Escrito por Hanus Hachenburg nacido el 12.7.1929. Deportado al ghetto de Terezín el 24.10.1942. Deportado a Auschwitz el 18.12.1943. Después de medio año en el campo, murió en julio de 1944 (a los 15 años) en la cámara de gas.



http://www.youtube.com/watch?v=ktKQmOPP1lo

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Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf der Leier.
Er spielt so süss im grünen Ried,
die Nachtigall, die singht ihr Lied.
Wiegala, wiegala, weier,
der Wind spielt auf del Leier.

Wiegala, wiegala, werne,
der Mond ist die Laterne,
er steht am dunklen Himmelszelt
und Schaut hernieder auf die Welt.
Wiegala, wiegala, werne,
der Mond is die Laterne.

Wiegala, weigala, wille,
wie ist die Welt so stille !
Es stört kein Laut die süsse Ruh,
schlaf, mein Kindchen, schlaf auch du.
Wiegala, wiegala, wille,
wie ist die Welt so stille !

--

[Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira. / Toca dulcemente entre los juncos verdes./ El ruiseñor canta su canción./ Wiegala, wiegala, weier,/ el viento toca la lira.// Wiegala, wiegala, werne,/ la luna es una linterna/ en el fondo negro del firmamento,/ desde allí mira el mundo./ Wiegala, wiegala, werne, / la luna es una linterna.// Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!/ Ni un solo ruido turba la paz,/ tú también, mi pequeño, duerme./ Wiegala, wiegala, wille,/ ¡qué silencioso está el mundo!]

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20 comentarios:

Víktor Gómez Valentinos dijo...

Querida Laura:

me devuelves alas, que llevo unas semanas perdido de la palabra suficiente.

Y esa relación entre el dibujo del niño, el primer artista, y la realidad cuando se vuelve asesina, ese paso adelante de lo atroz a la belleza, al no-lugar sin daño. Ese camino que ansía libertad y justicia. Ese es el que deviene poesía.


un beset

Vik

Stalker dijo...

Laura:

estremecedora entrada que una vez más has cuidado un un mimo increíble.

Se ven tus manos trabajando poemas e imágenes como si fueran arcilla, materia viva o canto.

Ahora, a leer despacio y adentrarse en este sufrimiento para nosotros inimaginable. En una primera lectura me golpea todo: incluso el poema de Valente me golpea...

abrazo fuerte

Mar Benegas dijo...

querida laura;

me fascinan los dibujos (soy grafóloga e intérprete de dibujos) hay uno de ellos, de doris, que dibuja una mariposa con 11 puntos negros en las alas, ellos, los niños, suelen dibujar con una certeza pasmosa, con símbolos númericos las cosas más importantes, hay trabajos muy hermosos sobre dibujos de niños enfermos que en los mismos dibujos, y, de manera inconsciente y mecánica, ofrecían la edad exacta en que luego fallecieron.

creo que este dibujo de doris refleja su propia muerte, de la fue consciente a los once años, que posiblemente sería la edad en la que la deportaron al ghetto..

la niña dibuja su pasado, de hecho la mariposa vuela hacia él (parte derecha del dibujo) y se eleva sobre el horror, como la única posibilidad de salvación, recordar lo que fue hermoso.

hay cuatro flores oscuras en la tierra, que seguramente representarán a los familiares que con ella fueron condenados. me encantaría que pudieras darme más información sobre esa niña.

un beso, (ganas de veros)

Laura Giordani dijo...

Querido Víktor:

Me alegran esas alas de las que hablas... imagino que andarás de trasiego en trasiego, sin apenas tiempo para detenerte mucho.
Tuve noticia de estos dibujos y poemas hace unos meses y hee stado buscando y rebuscando materiales sobre Terezín en la red.

Estos dibujos y poemas confirman lo que has dicho: es posible encontrar ese reducto de libertad y belleza aún en medio de circunstancias terribles. Recuerdo un libro de Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido en el que el psiquiatra austríaco plantea esa posibilidad como salvífica en su propia tragedia personal.

Te dejo un abrazo muy fuerte y gracias por pasarte.

Laura.

Laura Giordani dijo...

Querido Stalker:

Puedo imaginar y sobre todo, percibir ese "golpe" en una sensibilidad como la tuya. Sensibilidad que aporta tanto y nutre de una manera muy singular este espacio.

Los versos de Valente son parte de un poema bastante largo... igual te suena en el que se enfrenta a la famosa pregunta de Adorno: "¿Cómo escribir después de Auschwitz?" mediante una poesía que supone "nacer al reino de la calcinación".

Más allá de cualquier dato histórico, me golpean esas mariposas insurrectas, los árboles doblados... esa infancia convaleciendo en el ghetto.

Un abrazo muy grande... espero que estés bien. Tengo ganas de dejarme arrullar también por Marienbad.

Laura.

Espinosa Federico dijo...

Es muy conmovedor leer esos versos, sentir que en cada linea se les iba escapando un pedacito de vida, y ver los dibujos donde la mariposa toma el significado de una vida fugaz, que debe ser vivida hasta su última gota, magnifica entrada Laura.
Saludos

Laura Giordani dijo...

Querida Mar:

Qué bueno poder contar con tu experiencia como grafóloga e intérprete, ayuda a comprender estas trazas en clave simbólica, rebasando toda la corriente empatía y ternura que nos puedan suscitar.Me parece acertadísima tu interpretación, realmente me han impresionado esas claves que aportas como los puntos negros en las alas de la mariposa que pertenece a Doris Weiserova... poquito puedo decirte de esta niña: tenía 11 años cuando fue deportada al ghetto de Terezín- Allí, junto a otros niños fue animada a expresarse mediante la pintura por Friedl Dicker-Brandeisy , artista formada en la Bauhaus (junto a artistas como Paul Klee, Oskar Schlemmer, Georg Muche...) maestra y sanadora, prisionera también en el ghetto. Imagino que Friedl D-B, conocía los efectos terapéuticos y liberadores de la expresión artística y por ello dio aliento a esos niños para que conjuraran el miedo mediante la expresión de la belleza. En el otoño de 1944, Doris murió junto a su maestra en Auschwitz.

Te dejo un enlace para conocer algo más de esta maestra, en su tiempo artista de vanguardia y que más tarde, antes de ser deportada a Terezín, se encaminó hacia la enseñanza a niños y la arte- terapia, como si estuviese preparándose de manera anticipada a la labor de amparo y curación que tuvo que ejercer en medio del exterminio.

http://www.redvisual.net/index.php?option=com_content&task=view&id=148&Itemid=94

La vida de esta mujer me tiene fascinada. Pertenecea esa estirpe de personas-árbol, talismanes de curación para quienes tienen la dicha de estar en su radiación benéfica.

Un abrazo muy grande Mar y gracias por tu valioso aporte. Si encuentro algo más sobre Doris, te lo haré llegar enseguida.

Laura.

Laura Giordani dijo...

Otro enlace a un artículo sobre Friedl Dicker-Brandeisy

http://www.redvisual.net/pdf/9-10/terezin.pdf

Laura Giordani dijo...

"Arte como un tributo de la humanidad frente a la inhumanidad"

Nacida un 30 de Julio de 1898 en Viena. Estudiante en su adolescencia de Johannes Itten, en su escuela privada. Luego pasó a la Weimar Bauhaus, dando clases en diseño textil, grabado, encuadernación y tipografía.

Se casó con Pavel Brandeis en 1936, y trabajó como artista diseñadora textil en Berlin, Praga y Hronov.

Con pasaporte y visado en mano para entrar en Palestina se negó a partir, mudándose a la pequeña ciudad de Hronov en el noroeste de Bohemia, donde trabajó en una fábrica textil. Varias veces se vio obligado el matrimonio a trasladarse a un apartamento cada vez más pequeño.

En diciembre de 1942, junto a su marido fueron deportados a Terezin "el Gheto judío". durante su estancia en Terezing, dio clases de arte, enseñó a diseñar trajes para obras de teatro. ella ayudó secretamente a los niños deportados en Terezin, canalizando sus emociones a través del arte.

En septiembre de 1944 fue deportada a Auschwitz, su marido se ofreció voluntariamente en la tarea de ayudar en el transporte, con el único deseo de estar junto a ella.

Antes de partir dio al tutor jefe de la casa de chicas, Willy Groag, dos maletas con 4.500 dibujos. De los 660 niños autores de los dibujos, 559 murieron en el Holocausto. Los dibujos se encuentran expuestos en el Museo Judío de Praga.


http://arteterapiahumanista.blogspot.com/2010/05/friedl-dicker-brandeis.html

Mar Benegas dijo...

vaya laura, gracias por la información, lo miro todo con detenimiento, de momento me paro en los dibujos, ya me descargué el artículo... intentaré buscar más datos sobre doris, me ha impresionado mucho su dibujo y siento la necesidad de acabar de descifrarlo.

y sí, sin duda, las personas-árbol existen.

un abrazo

Laura Giordani dijo...

Querido Federico- hombre de arena:

Es realmente conmovedor, como decís, percibir esos pedacitos de vida que se les iba yendo en cada traza, una erosión devastadora, el acecho. Me alegra poder dar a conocer estos trabajos aunque esta labor de difusión sea un trabajo ínfimo, un granito de arena cuando el mundo se sigue derrumbando y otros holocaustos están activos. Precisamente, acabo de escuchar un programa de radio en el que hablaba una activista argentina sobre la minería a cielo abierto, el expolio que se está llevando a cabo y pensaba en cuánto dolor todavía se fragua. Estos grupos de lucha, así como en Terezón, también organizan talleres, exposiciones, tratan de mantener el espíritu vivo en medio del acecho. Leyendo un libro de Chantal Maillard El arte y otras imposturas, me impactó el cuestionamiento que hace la autora sobre la supuesta inutilidad del arte como un elemento de valor. Cada vez me interesa más el arte que ayude a vivir, a respirar, a traer algo de rebeldía en medio de la hipnosis colectiva.

Te dejo un abrazo y mucha suerte para tu poemario (ví n facebook con cierta ternura, tu pedido desnudo de algún editor) Ojalá tengas suerte, Federico. No es fácil, porque el campo literario es un campo bastante mezquino y mafioso. Ojalá los editores lean al menos tu obra.

Un abrazo fuerte,

Laura.

Arturo Borra dijo...

Laura, no voy a decir que se trata de una entrada preciosa, porque en verdad, lo que se despliega aquí es de otro orden. Es cierto que hay belleza, pero sobre un transfondo terrible y conmocionante. Esos dibujos, esos poemas-testimonio, son desgarradores, incluso o precisamente por su ingenuidad, por los oscuros vaticinios que cargan, más allá de las intenciones conscientes de esos niños.

De otro orden, entonces: aquello que altera la fisonomía apática del presente. Recordando lo traumático que sigue merodeando espectralmente.

Es extraño encontrar hallazgos así en la blogósfera. Cada tanto, hay algunos. Esos pequeños hallazgos, que muestran otras sensibilidades posibles, sostienen la promesa de lo diferente.

Gracias por acercarnos estas mariposas que se asoman desde el daño.

Un beso,
Arturo

Leonardo dijo...

¿Qué decir? Que la belleza puede salvarnos del horror y no, de la muerte y no, de la nada sí.
Silencio
Un abrazo

Laura Giordani dijo...

Querido Arturo:

Estoy de acuerdo con que esta entrada intenta (y lo he intentado con sinceridad) rebasar cualquier preciosismo, cualquier tentación de estetizar el horror. Creo que hay belleza, sí, claro que la hay y es el testimonio de algún tipo de dimensión salvífica en la creación. Sin embargo, ninguna palabra de estos poemas, ninguna traza de estos dibujos pudo impedir que estos niños encontraran la muerte física; pero al menos fueron bálsamo, compañía y rescate invisible cuando las últimas luces se apagaron.

Gracias por tu lectura y tu comentario.

Besos,

Laura.

Laura Giordani dijo...

"la belleza puede salvarnos del horror y no, de la muerte y no, de la nada sí".

Querido Leonardo: abrazo tu silencio y también me quedo así.

Gracias por tu compañía.

Laura.

Elizabeth dijo...

Hoy leo y enmudezco. Cuántos artistas partíeron sin saber que lo fueron. Dejando su dolor en nuestros ojos.

Laura Giordani dijo...

Enmudezco contigo, Liz y realmente no sé cómo quitarme ese dolor de los ojos.

Gracias, amiga.

Un abrazo sostenido.

Laura.

PÁJARO DE CHINA dijo...

sólo de tu mano-árbol podía nacer, bordada, una entrada así, Laura. hablar de estas mariposas infantiles es arrancarlas del olvido y recordarnos que de ésto somos capaces, del exterminio y del dibujo.

vi las valijitas que nombrás en la sinagoga Pinkas. ajadas, pobrísimas, huérfanas. lo sentí como un reclamo y una entrega: "te las doy para que las llenes de dibujos, para que esos dibujos hablen de nosotros". si hay un dios, en algún lugar, está en la mano herida que trazó estas alas.

lo que explica Mar es conmovedor y tus referencias adicionales cierran un círculo en el que están presentes los que ayudan a seguir creyendo (siempre quise a Itten, ese monje silencioso y obstinado).

Te abrazo fuerte, fuerte (estoy feliz por tu criatura de papel).

Laura Giordani dijo...

Querida Mariel:

Qué bueno que hayas podido ver esas valijas... imagino la carga energética que las acompañará: por un lado, el dolor del cuero ajado, la fragilidad de la materia maltratada por el tiempo y por otro, el testimonio de lo que puede sobrevivir a la destrucción hasta el punto de ser barquitas náufragas para custodiar esos dibujos.

Víktor Frankl, sobreviviente de Auschwitz, escribió que había aprendido allí que no hay nada que un hombre no pueda hacerle a otro y también nada que un hombre no pueda hacer por otro. En esta segunda posibilidad luminosa quise rescatar estos dibujos: la belleza y la creación como ejercicio vital de resistencia. La labor de esos artistas prisioneros de Terezín, quebrados y expoliados, pero que intentaron seguir ejerciendo en pleno dominio del miedo,su magisterio salvífico.
Su solidaridad y entrega a los más vulnerables del ghetto, los niños, habla de ese resistir en el perfume de la compasión, de descentrarse, de lo que tan bien llamaste una vez: "voluntad de cicatrizar".
Recuerdo ahora una entrevista que le hicieron a Graciela Daleo, secuestrada en la ESMA en esos años negros de nuestro país cuando le preguntan cómo hizo para soportar la tortura sistemática y la atmósfera terrible de ese lugar y ella dice que los pequeños gestos de resistencia y entrega de sus compañeros detenidos: una palmada de aliento, unas palabras como "aguantá flaca", un abrazo furtivo... todo ello le dio fuerzas para resistir.

Es un gustazo tenerte por aquí Mariel, mi Mariel clarividente.

Un abrazo sostenido y gracias por tu alegría ante la criatura de papel que está llegando. Te la haré llegar en cuanto esté en mis manos (mandame tu dirección por email)

cariños,

Laura.

Jorge n dijo...

Muy conmovedor,a favoritos, con tiempo lo leo