Cantar mientras el mundo se derrumba


Las obras supervivientes

La degradación del arte se inicia con el enaltecimiento del artista, y termina con la mercantilización de la obra. Lo mismo pasa en las artes plásticas que en las literarias.

Chantal Maillard





 

Con la seda de las entrañas tejer el camino por el que avanzar. Desde la radical necesidad, tender andamios transparentes en el aire.

Creación como gesto íntimo de resistencia: de espaldas a la posteridad, sin más pretensión que la de seguir respirando. Para no morir de frío.

Trazas surtidas del hambre o la sed, con esa fulguración única, irrepetible, de la estrella que perece ante nuestros ojos. Invocarlas hasta verlas llegar en la fiebre blanca para que hablen a los moribundos y a los resistentes desde lo más blando: una diminuta talla de madera de caldén, dos postales con matasellos de Mauthausen-Gusen y las veinticinco palabras permitidas, unos versos en catalán escritos en papel de saco de cemento, el dibujo de una mariposa amarilleando en una pequeña maleta de cuero.

Obras supervivientes, obras vivas para resucitar lo moribundo de la traza definitiva, eso ya en descomposición presente en todo gesto que aspira a la permanencia. Obras que aceptaron su fragilidad y en esa aceptación, se hicieron sólidas y resistentes. 

Arte linterna, trineo de auxilio, manta para postergar el frío final de los cuerpos.


Laura Giordani

Fragmento de "Manca Terra" (2020, La Garúa Ediciones)




Una herida que nos precede: seis poemas de "Las brújulas rotas" de Leonardo Torres Londoño


La herida nos precede
Chantal Maillard



    "Las brújulas rotas"(2022, Rocca Taller de Edición)


                       

E
l cristal de la ventana ya estaba roto al entrar,
la casa nueva,
los trozos, sin barrer, siguen cortando,
el frío de las noches se cuela y se cuela el viento,
irreparable.
Sangras y la casa es nueva.




Naciste
y por un descuido,
una maldad,
una palabra cayó y fue haciendo mella,
sembrando oscuridad,
rebrujo:
"cernícalo" -te dijo la abuela
dando al traste con la inocencia.
La marca es profunda y solo tuya:
una palabra, la vida entera.


The scribe
Robert & Shana Parkeharrison

Tu herida sangra en otra sangre.





TENGO SED
Sitio

¿A qué bebida oscura nos incitan?
Es verdad, despreciamos el brillo de las piedras,
buscamos en el aire que acaricia la planicie
la inocencia de los astros;
no es posible pesarla en las balanzas, tampoco
el arar de las palabras, que son viento y son arroyos
donde abrevan los búfalos la sed que tenemos.
¿Quién nos obliga a lamer la sal de la roca?
Otra cosa queremos,
un acá pequeño, un barco de papel,
la isla que forman los abrazos,
el olor a madriguera, el musgo.
Hay que volver atrás.
¿Cuándo se acabó lo que fuimos si lo fuimos?
Abandonaron los árboles sus hojas. 
¿Cuándo rajó la leña el hacha y la candela la quemó
Quisimos un incendio, un día, sin embargo,
la cantimplora está vacía no nuestra sed. 
¿Dónde está el agua?
se la bebieron los ángeles
tilín tilín







Los aldabones percutían la inmunidad de los robles, que
acostumbrados a la lascivia de las intemperies,
desoían el llamar de los peregrinos.

Las casas sonaban a hueco,
temblaban los crucifijos.


                         
     





Proseguir el balbuceo
hasta palpar en la yema del vocablo
el vestigio vivo, la promesa
de la flor que afirmará mañana,
con algo más que las palabras,
con la fuerza impertinente de sus pétalos,
aquello que
(desde siempre,
repetido en la herencia del silencio)
nos precede,
nos reintegra en la tribu
y vuela
y sangra

y nos define.




Leonardo Torres Londoño nació en Bogotá, Colombia, en 1959. Vive desde hace muchos años en Francia, donde ha sido docente. Ha publicado  "El beso del arcángel" (Caracas, OT editores, 2020) coescrito con la poetisa venezolana Ana Maria Hurtado, y "Las brújulas rotas" (Taller de Edición Rocca, Bogotá, 2022). 

Una parte de su poesía puede encontrarse en su blog "Tajalápiz".

https://tajalapiz.wordpress.com/
Bitácora de poemas y relatos de Leonardo Torres Londoño 




Algunos apuntes sobre "Impresiones" de Mila Villanueva, por Patricia Crespo + 2 poemas


Impresiones
(Lastura, 2025)

Hoy tengo el gusto de presentarles Impresiones, el nuevo poemario de Mila Villanueva, una obra que nos invita a recorrer, como si se tratase de un museo o una galería, algunas de las obras maestras de la pintura a través de su poesía, donde cada poema es una ventana abierta a la luz, el color y la emoción de grandes obras de arte. Este libro no solo dialoga con pinturas de maestros como Monet, Van Gogh, Goya, Sorolla o Degas, sino que también nos sumerge en el proceso creativo de los artistas, transformando pinceladas en versos y lienzos en emociones.

La écfrasis, como técnica literaria, tiene una larga tradición que se remonta a la antigüedad. Su origen lo encontramos en la Ilíada de Homero, con la descripción del escudo de Aquiles, o en las Imágenes de Filóstrato, donde las palabras buscaban capturar la esencia de lo visual. A lo largo de la historia, poetas como John Keats, con su Oda a una urna griega, o Rafael Alberti, con El Bosco, han utilizado la écfrasis para explorar los límites entre lo visual y lo verbal. También Anne Sexton, en su poema La noche estrellada, reinterpreta la obra de Van Gogh con una voz íntima y desgarrada. O Marianne Moore, quien reflexiona sobre la relación entre poesía y pintura. Y, por supuesto, la propia Mila Villanueva, que en este poemario no solo describe, sino que recrea, reinterpreta y nos hace sentir la pintura desde una perspectiva única. 

Impresiones es una propuesta arriesgada por su complejidad. No es tarea fácil traducir la imagen en palabra, capturar la esencia de una pintura y transformarla en un universo poético. Sin embargo, Mila Villanueva lo ha logrado con maestría, y el resultado es un bello lienzo donde las palabras y las imágenes se entrelazan en un diálogo íntimo y profundo. Las pinturas, ya acabadas, son reinterpretadas bajo su mirada y cobran un nuevo sentido, como si renacieran en cada verso. Este poemario no es solo un homenaje a los grandes maestros, sino también una reinvención de sus obras desde una perspectiva genuina.

En Impresiones, Mila ha ido más allá de la aproximación descriptiva de las obras al transformarlas en experiencias sensoriales. A través de sus versos, podemos oler el óleo fresco en el estudio de Monet, sentir la textura de los trazos de Van Gogh o escuchar el silencio que envuelve a la joven de la perla de Vermeer. Este poemario es un viaje a través del tiempo y el espacio, donde las pinturas de los grandes maestros del arte universal, como Servat, Gauguin, Renoir, Murillo, y los contemporáneos pertenecientes a Concilyarte —Antonio Camaró, Victoria Cano, Ana María Gómez Pavón, Aleksandra Istorik, Abel Dávila, Henriqueta Hueso y José Lapasió—, cobran nueva vida; como si fuera Pigmalión devuelve la vida a la pintura a través de la palabra. La poeta es capaz de suspender el tiempo por un momento, como en el poema dedicado a Monet, donde nos lleva a Giverny, al momento en que el pintor lucha por capturar la luz antes de que se desvanezca:


Monet a golpes de pincel

desde su ventana

quiere retener toda la luz

antes de que se deshaga

la magia del instante.


No obstante, Impresiones no solo nos habla de arte; también nos habla de la vida. Detrás de cada pintura hay una historia, un momento íntimo que la poeta rescata y nos hace sentir como propio. En el poema dedicado a La joven de la perla, por ejemplo, nos convertimos en testigos del encuentro entre Vermeer y su modelo, en un diálogo lleno de pudor y complicidad:


Sin pestañear siquiera

le mirabas y él te decía no me mires así

-te ruborizas-.

Entornas la mirada, incluso cierras los ojos

tímidamente.

En este poema, la poeta nos regala una imagen que es pura sensibilidad y delicadeza, como en estos otros versos que capturan la esencia de la pintura de Monet, inspirado en la pintura “Camille Monet en su lecho de muerte”:


Como la nieve fluyendo desde una montaña

desvaneciéndose en trazos blanquecinos

sobre los almohadones.

Versos que no solo describen, sino que nos hacen sentir la fugacidad de la belleza que Monet intentaba atrapar en sus lienzos, y son un ejemplo perfecto de cómo Mila Villanueva reinterpreta las obras maestras, dándoles un nuevo sentido y profundidad. Pero va más allá: en su poesía, la mirada del pintor, la pintura y el espectador se funden en un todo. Mila Villanueva no solo nos muestra lo que el artista veía, sino que nos hace partícipes de su proceso creativo, como si fuéramos cómplices del mismo. Así, el poema se convierte en un espacio donde pintor, pintura y espectador coexisten, creando una experiencia única que trasciende el tiempo y el medio.

Este poemario también nos invita a reflexionar sobre cómo miramos el arte y cómo el arte nos mira a nosotros, nos interpela. La poeta nos pregunta: “¿sabrá Francisco de Goya que ese es uno de sus últimos retratos?”, rompiendo la distancia que entre el poema y el lector abisma en ocasiones. Estas preguntas nos llevan a cuestionar nuestra propia mirada, a descubrir nuevas capas de significado en obras que creíamos conocer.

Además, Impresiones está impregnado de esa sensibilidad oriental que recorre toda la obra de Mila Villanueva y de la que es una experta y maestra, así un jisei, el poema de despedida japonés, cierra este viaje con sutileza y elegancia:


Dejadme ir

dorada la mañana

abierto el día.

Acercarse a Impresiones es dejarse llevar por la belleza de la palabra y la imagen, es sentir el estremecimiento que Stendhal experimentó en Florencia, es perderse en el puerto de El Havre al atardecer o en las luces de un café pintado por Van Gogh. Es, en definitiva, concedernos un momento de pausa, de silencio y de introspección.

Cuando Mila Villanueva me propuso acompañar con el prólogo este poemario, no sabía ella cuánto compartíamos de nuestro gusto por la pintura y de lo coincidente en cuanto a algunas de las obras, que ella ha recreado en este libro. Leer Impresiones fue encontrarnos en ese instante sublime que la pintura y la poesía provocan. Gracias a todos por acompañarnos en este paseo pictórico. Espero que disfruten de Impresiones tanto como lo he hecho. 

 

Patricia Crespo

 

*Texto que acompañó la presentación del libro de cuyo prólogo es también autora Patricia Crespo.


Los zapatos

Vicent Van Gogh
Óleo (1886)
Museo Van Gogh (Amsterdam)
Estilo: Postimpresionismo



Son botines de adiós, de siempre y nunca…
(Olga Orozco)



Se quedaron ahí taciturnos
sobre un suelo opaco desterrados
abren sus bocas anchas como en súplica
de ser poseídos.

Se han rendido en la entrega
con los lazos abiertos
aguardan
la mano tibia
que enlace
lo que desprendió el azar.

La capa de un betún de misericordia.

Compañeros del éxtasis y la locura
se quedaron huérfanos de cal y fuego
de pasos ebrios
de luz y girasoles
entre cipreses y estrellas,
desde Groot Zundert hasta Auvers-sur-Oise,

Como dos perros fieles
están esperando algún regreso,
algún sentido,
el modo

de salir de la incógnita.


El espíritu de los muertos vela
Paul Gauguin
Óleo sobre lienzo (1892)
Museo Albright-Knox, Buffalo.
Estilo: Postimpresionismo




Como brillan los espíritus de los muertos
Teha’amana
llegados del bosque o de la laguna
sobrevolando tu lecho de flores
en la oscuridad azul de tu cuarto
buscando atraparte
así, desprovista,
desprevenida.

Tú, aterrada,
das la espalda a esa sombra que se cierne a tus pies.
Das la espalda a la noche,
al viento que entra en tu cabaña,
al más allá
desde donde velan tus ancestros
la sangre primordial,
la luz primera.

Sobre la blanca sábana coronada de rosa,
tu cuerpo de bronce,
tus manos al acecho,
tus ojos fosforescentes.

Desnuda,
poseída tan solo por el pánico,
así te descubre Gauguin
y retrata con lascivia
tu imagen seductora


pero sabe que nunca serás suya.



Mila Villanueva es escritora en gallego y castellano, su obra bebe tanto de la tradición del haiku japonés como de la poesía lírica occidental, explorando la fugacidad del instante y la relación entre la naturaleza y la palabra. Su poemario Onde dá a volta o aire, fue galardonado con el Primer Premio del III Certamen Poético Rosalía de Castro y en su edición bilingüe gallego-castellano, (Lastura Ediciones) con ilustraciones de Cándido Solaz, quedó finalista a los Premios de la Crítica Literaria Valenciana en 2017. 

Asimismo, quedó también finalista a dichos premios con otra obra que une poesía y pintura: Despedidas, con ilustraciones del pintor José Lapasió (Olé Libros, 2018) abstracciones de Solaz, expuesta en el Instituto francés de Valencia en 2011. Con Cándido Solaz compartió la exposición "Dinámica de Fluidos". Ha sido traducida al chino, francés, japonés, portugués y valenciano.

Como Presidenta de la Asociación Cultural Concilyarte, ha impulsado innumerables iniciativas para la difusión de la poesía y la intersección entre distintas disciplinas artísticas y codirige el Festival Poes-ència, Valencia, ciudad de la Poesía, junto al poeta y filósofo Pascual Casañ. Ha participado también en otros festivales como El FIP de Granada o el encuentro de poetas en Fisterra, (Mares de palabras). También ha promovido eventos en Pro de la Democracia y la Paz, organizados por la Fundación Antonio Camaró y como defensora de los derechos humanos y la lucha contra la violencia de género. Su poema dedicado a la poeta iraní Mahvash Sabet, encarcelada desde 2008, le fue entregado en prisión a la propia autora, poema que también recitó en la mezquita Méndez Núñez de Valencia ante diversas personalidades de diferentes culturas y religiones.

Su poema dedicado a Mahsa Amini fue publicado en la revista Disidentes, así como su poema "Mulleres do mar" en la revista Álora la bien cercada. Algunos poemas suyos también figuran en las Revistas 21 Versos y Barcarola.

En el año 2016 coordinó junto a Ana Noguera y Elena Torres la antología Teresa para siempre, celebración del V centenario de la muerte de la autora, presentada en la Iglesia de San Juan de la Cruz. 

Después de la pandemia, coordinó junto a Elena Torres la antología Ventanas de Confinamiento, con ilustraciones de diferentes artistas, obra que fue presentada en el patio del Colegio de Arquitectos con una exposición de las obras representadas en la misma.

Como buena gallega y defensora de la naturaleza, su poemario Compostela, con fotografías de Gustau Pérez y Yolanda López, nos ofrece una bella visión sobre el Camino de Santiago, también ha antologado junto con otros autores El Camino de las Estrellas que reúnes las voces de diversos escritores peregrinos en tres lenguas: valenciano, gallego y castellano.

Otros pintores que han ilustrado sus libros son: Enriqueta Hueso (El viento sobre el lago) Nuska Beta, (Koukan Nikki) Abel Dávila y Victoria Cano, (Diversas antologías) o el fotógrafo portugués Antonio Xulio Lemos (La luz de agosto). Como prologuista ha obtenido el premio "Marina Izquierdo" al mejor prólogo de la Plataforma de Escritoras del Arco Mediterráneo en 2023, al libro Biografía de Olas de la poeta Isabel Alamar.

En las redes:

Mila Villanueva- Conferencia

En Facebook



Cinco poemas de "Hipótesis de felicidad" de Alberto Pellegatta


(2023, RIL Editores)
Traducción de Mario Pera



CIELOS FLEXIBLES, remontan las costas
como toros en celo.

También la literatura tiene su basalto
un punto de deshielo, abominable porosidad
y distintos injertos.

Sin dirección, solo escalas y avena.




al pintor Lorenzo Mazza



UN POCO de lo que se ha perdido: el cansancio de la
habitación, alguna noche impaciente, Viscosas inquietudes
entre los pesos oscuros: difíciles de alinear como nos
gustaría hasta que chirrían las grietas. Destrozados por
los colores e ilegibles
como tempestuosos recuerdos de la infancia.

No queda más que limpiar los mármoles hasta la 
transparencia, sin temer el rojo húmedo y brillante de los
bisontes, venidos aquí solo para sobrevivir.

Lo que se mantiene: un diapasón en el sueño nevado.






EL HOMBRE RANA

Desde la infancia tiene recuerdos de rabos y palideces. Las
branquias retroceden cuando vuelven a crecer los brazos.
Calamares irracionales agitan los tentáculos en su cabeza:
piensa que es el alcohol, no sabe que nació renacuajo sin
convertirse en sapo. Por eso, en la oficina hincha el pecho
y salta de un tema a otro. 



LA COBRA

a Mary B. Tolusso


La rabia de aquellas montañas
se desborda de la copla con numerosas legumbres
y pan duro para los pájaros.

No salgo de casa por días, catalogo
los golpes a las paredes de los vecinos.
Si no lo hubiera inventado
negro y húmedo como una tumba, solo sería amor.

Ceden los cuadrantes hasta la transparencia
como una fiesta largamente esperada.

El agua no se detiene en las apariencias.



para Alice


ESE DÍA DE JUNIO también las ramas
se levantaron en vuelo con los pájaros.


Tus ojos eran fondos
sin sonido. Pensamientos corales.
Al llorar hinchabas las mareas.





Apenas entrabas por la puerta, jazmín
tenías aún todavía labios de cereza
en la boca. Ojos grandes. Nueces
en la noche del enebro. Eran
expresiones de fuego.
 

Ahora el tigre muere en la nieve japonesa
y si llamo nadie contesta.
No beso ni boca. No siento más
aquel sabor de canela mentirosa.


Verde era el clima – azul el silencio
de las duchas.



Alberto Pellegatta (Milán, Italia, 1978). Licenciado en Filosofía en la Universidad de Milán, estudió también en la Universidad de Barcelona. 

Ha publicado los libros de poesía Mattinata larga (Lietocolle 2001), La sombra de la salud (Mondadori 2011) e Ipotesi di felicità (Mondadori 2017). Textos suyos han aparecido en la antología Los poetas de veinte años (Stampa 2000), en Novísima poesía italiana (Mondadori 2004) y en Almanacco dello Specchio (Mondadori 2006). En 2005 fue ganador del prestigioso Premio Cetona, así como del Premio Nacional de Meda y del Premio Amigos de Milán. Dirige la editorial Taut Editori y colabora con revistas y periódicos. Es crítico de arte. 

Su último libro está traducido al castellano por Mario Pera (Hipótesis de felicidad, RIL 2023). Últimamente, ha salido una selección de sus poemas en catalán (Improvvisi, Pont del petroli, Barcelona 2024).


Tierra de nadie donde canta un pájaro: fragmentos de "Un solo árbol" (Thimmamma Marrimanu) de Patricia Crespo


 Sólo un árbol,
un solo árbol
germinó un bosque.





Conticinio

La traición se esconde
en la madriguera de la palabra
en cuya orilla se hiere.

Así nace la noche
en la espesura de un cuerpo
a golpes de soledad.




Los muertos ya solo miran al cielo

Resignifico la muerte
para volver a nacer
.          .         .       . en la palabra.

Asomarte a ella
y no hacer pie en el miedo
—inmensa sombra—
y dejar a los ojos fraguar un destino.
Los muertos ya solo miran al cielo.



Negaciones

Las raíces del árbol derribado
niegan,
niegan la tierra a la que se les unció,
cuando ven el sol
.         .        . por primera vez.

Así te niego yo.



Thimmamma Merrimanu (*)



Hospitalidad

La hospitalidad sincera
.           .        .        .   .del bosque
en el acto de entrega de la sombra
larva caricias
para celebrar el encuentro con la vida.
Apacigua 
el mundo de arcilla,
materia en que se disuelve el vacío,
el pensamiento que incendia mi boca
enfebrecida por la interrogación.

La hospitalidad del bosque
.   . a veces 
intuye la magnitud de una ausencia
.              .                 .        . en esa sombra.



Alianza

Aún desconocemos
el árbol sin nombre
que junto al atrio en ruinas de una ermita
se alzará en sostén
de los tiempos.

Las piedras oran
bajo la bóveda vacía
ahora refugio del aire
y el arco de medio punto
apuntala en sigilo
la pequeña luz de la tarde.

La memoria es un árbol que sobrevive a mi cuerpo.

Pero aún
.         .  . lo desconozco.


V

Lo soy. Bosque.
Atravesado
por el fronterizo viento,
.          .       .      .     silencio,
.           .          .         .   .    dedo

que abre mi costado
donde nace el invierno.

También pasea junto a mí los bosques.
Angélica Liddell, Veo una vara de almendro.
Veo una olla que hierve





Patricia Crespo Alcalá es poeta y dramaturga. Licenciada en Filología Clásica por la Universitat de Valencia. Ha publicado diversos artículos y libros sobre la pervivencia de la mitología clásica en la literatura. Es colaboradora del programa de radio “Mar de Muses” y coorganizó los encuentros poéticos “Lavadero poético” (2019), “Plaza poética” (2020) y, en la actualidad, es responsable del Festival Poético “Villa de las palabras” (2021, 2022 y 2023) en Puertomingalvo (Teruel-España). Ha impartido talleres de escritura poética y ha participado con sus poemas en varias exposiciones. Ha publicado en poesía los libros: ‘Erosgrafías’ (2018), ‘Cantos de la desesperanza’ (2020) y ‘Manifiesto de Incertidumbre’ (2022), finalista de los Premios de la Crítica Literaria Valenciana.

https://www.instagram.com/pat.crespo/


(*) Thimmamma Marrimanu: un solo árbol que forma un bosque de 19.000 metros cuadrados en India. Es reconocido como el árbol más grande de todo el mundo.






Para esquivar las letras de la muerte: cinco poemas de "Astillas" de Ana Belén Martín Vázquez

  Astillas (2024, Bartleby Editores)

El término “astilla” remite a la infancia, al daño. Todos recordamos la experiencia: alguna vez sufrimos en nuestra piel su dolorosa marca. Un dolor intenso provocado, paradójicamente, por una brizna de madera, por una espina casi invisible. En esa metáfora se sustenta la sucesión de Astillas en forma de poemas que tienen su origen en momentos sombríos, en una tristeza interior que busca en el silencio una suerte de consuelo y refugio. La herida se proyecta en espejos imaginarios y encuentra su dimensión más inquietante en la realidad de la muerte y en la experiencia de un cuerpo agotado. Los días, en cada amanecer, asoman inciertos, difíciles, y la vida avanza bajo la sombra de obligaciones y renuncias que la condicionan y limitan. Para la poeta, la casa deja de ser refugio y hogar. 

El insomnio se funde con la memoria. Cada recuerdo, como cada palabra, dejan de acompañar, dejan de ser cómplices, de formar parte de la cotidianidad. Astillas, último poemario de Ana Belén Martín Vázquez, es la memoria rota de un tiempo difícil. Una meditación existencial que es, en parte, una ventana abierta a la vida.

Manuel Rico



HABLAS sola
para esquivar las letras de la muerte.

Intentas pronunciar tu salvación.

Leve y falsa
como la pluma del pájaro

.    .          .        enjaulado en la niñez



TODO tu cansancio te amortaja.

Su daño anula tus sentidos
y pudrirá tu sombra.

No escuchas
las voces amables de tu lengua.

Te resbala el abrazo.

.      .     .       . Tu condena:
.          .       .   escupir palabras.





TRAS semanas de agua
el campo no es tu espejo,
rabiosamente espléndido
incluso en los recodos.

Su verdor es tu carencia.

.    . . Desafiante.

Tiemblas ante el límite
de amaneceres nuevos.

Temes
no estar a la altura
de tanta primavera.



VISITAS el latido de la piedra.

De la herida haces
espejo y nudo.

Ni flor seca ni trino
serán consuelo.

.     .     . Nadie contesta.

 
"Otoño" de Alma Maggi



ROMPES tu nombre.

Borras tu dirección y su huella,
un mar de dígitos culpables.

Eres lo que dice
la correspondencia ausente.

Un tú desvanecido
empieza a construirse

.                      .            . en otro sitio



Ana Belén Martín Vázquez (Madrid, 1971) es Licenciada en Ciencias de la Información, especialidad de Periodismo, y en Filología Hispánica, ambas por la Universidad Complutense de Madrid; y Máster en Dirección de Marketing por ESIC. Su primer poemario, De paso por los días (Bartleby Editores) vio la luz en 2016. Ha publicado poemas en diversos libros y proyectos colectivos, entre ellos, La República de la Imaginación y La Escombrera (Legados, 2009 y 2011); varias ediciones de los encuentros Voces del Extremo (Amargord, 2014, 2015 y 2016); también libros contra la violencia machista; y en las antologías Insumisas. Poesía crítica contemporánea de mujeres (Baile del Sol, 2019); Naturaleza poética (La Imprenta, 2022) y Disidencias (El Sastre de Apollinaire, 2023).

Es autora del blog “Recrear palabras” (https://anabmartinvazquez.wordpress.com/blog/).

Perfil en Facebook:

https://www.facebook.com/anabelen.martinvazquez

 


Seis poemas de "Descartar la verticalidad" de Esther Pardo Herrero


Soy vertical. 
 Pero preferiría ser horizontal. 
 Sylvia Plath








Mirar el texto
como paisaje
trazo o figura.
Buscar en el recuerdo
la forma de mirar
y ver palabra 
ininteligible.
Dejar de leer.
Ver maraña
laberinto
ver en el texto
el trazo y la tinta
pura forma
y misterio
donde imaginar
detrás



A las mujeres Creadoness

Esa línea dibujando
el contorno de los cuerpos
tiembla
al vislumbrar
la muerte.
Pero no es muerte.
Es instante congelado
que emerge
entre la grieta.
El cuerpo y la silueta
se miran
negocian
y hacen
pactos de agua
solares
de palabra
de viento
de piedra y carbón, ancestrales.
Pactos de guerra
de selva
de sombras.
Pactos máscara de carnaval
primavera sobre pies anudados.
Cuerpos y siluetas
se miran desafiantes.
Entre unos y otras
se abre un espacio
nuevo
innombrado
por donde circula
una historia
que pide
a gritos
tener voz.






A Carlota


(…) pero yo tengo un cuerpo… y estoy atrapada 
en su red milagrosa y formidable de músculos, huesos
y nervios…
SYLVIA PLATH

Leíamos a Sylvia Plath
con enorme admiración
y deseando con fuerza
no seguir su camino.
Rasgábamos papeles
escritos con dolor,
manufactura
de otro destino.
Las palabras lacerantes
iban perdiendo
su filo peligroso.
Las vísceras
parecen recordar
un lugar tranquilo.
Leer con las manos,
trocear el texto,
romperlo y hacer paisaje.
Hoja de otoño
y sangre.
Fuego.
Ríos en movimiento.
Azul y rojo.
La brocha,
el texto,
la brocha sobre el texto.


...

Estoy antes de la palabra
buscando nombrar
el remolino.


...

Descartar
la verticalidad
y recuperar 
el suelo.
La oreja
los hombros
el vientre
sobre la tierra.
Reptar
entre raíces.
Desandar
los siglos
y recordar
al fin
el sonido
de las piedras. 







Soy todas las diosas fatigadas
EILYN LOMBARD

Soy todas las mujeres
llorando
junto al fogón
en silencio
tendiendo 
la ropa en la cuerda
o barriendo el suelo.
Soy sus lágrimas
mezclándose
con el polvo.
Soy 
todas las espaldas 
anudadas
de tanto esconderse
y reducirse
a un refugio.
Soy las mandíbulas
atornilladas
el insomnio 
de los cuerpos
congelados
y el cansancio
que no desaparece.


Soy la búsqueda 
y la estrategia
de la huida.





Tenemos, indudablemente, una extraña propensión a la 
 verticalidad. Hay otras maneras, no obstante, de proceder. 
CHANTAL MAILLARD



Este libro explora esas “otras maneras de proceder” insinuadas por Chantall Maillard. Porque regresa y se ovilla en el adentroafuera (apalabrado por Josefina Ludmer) de su cuerpa adolorida, maternadora; es que puede, Esther, horizontarse, no para descansar, mirando el cielo, sino para fundirse con la tierra y el aire, ser agua que queme, semilla y fruta. Tierra y raíz. Aferrarse y sostener. Esther parece proponer oposiciones de imposible coexistencia, “donde la semilla sea raíz”, dice. 

Las páginas que siguen no son certezas, ni verdades, ni credos, ni manifiesto. Son el resto. Descartadas. Pedacitos, ripios. Hilos que sobran de la arpillera, hojas que caen en el patio, lágrimas que sobran de orgasmos múltiples, leche seca colgando del amor. Sangre, quizás, sangre que quema y produce una rabia que habrá que mirar después. 

Fragmento del prólogo de Eilyn Lombard que acompaña al libro.







Esther Pardo Herrero (Bogotá, Colombia, 1985). Es licenciada en Sociología y Arteterapeuta.

Ha publicado los poemarios Diario de ciclos fértiles (Ediciones Paralelo, 2017) y Descartar verticalidad (Editorial Versátiles, 2024). Poemas suyos han sido publicados en la Antología de relatos migrantes (Sudversa, 2019), El parto, motivo de creación social y artística (Icaria Editorial, 2020), Paisaje inacabado, antología de poesía colombiana reciente (Proyecto editorial La Pájara Pinta, 2020) y Morir es un país que amabas, Antología en solidaridad con los líderes y lideresas asesinados en Colombia (Abisinia Editorial y Escarabajo Editores, 2024). En 2019 obtuvo el primer premio de poesía en el XV Concurso Literario Bonaventuriano de la Universidad San Buenaventura (Cali, Colombia).
Desde 2018 coordina el club de lectura de poesía "El instante raro". 

Forma parte del colectivo de lectura performativa A Tres Voces, y es autora de sus piezas "Muertos del agua" y el video poema "Animal".

Trabaja en el ámbito de los derechos humanos y de la intervención a través del arte y el proceso creativo como elementos terapéuticos para la transformación personal y colectiva. El compostaje es uno de sus principales intereses y fuentes de inspiración de los últimos años.

Para seguir su trabajo:

https://www.instagram.com/estherpardoherrero/?locale=zh_CN&hl=en